MONICIÓN DE ENTRADA:
Hermanos, buenos días: ¿Quién no tiene en su “pasado” pecados y actitudes equivocadas que lo entristecen y lo hacen sentir indigno?
Este quinto domingo de Cuaresma nos muestra cómo Dios, bondadoso y compasivo, quiere anular nuestro pasado de pecado, renovándonos mediante el perdón. Las tres lecturas nos hablan del “cambio” que la bondad de Dios quiere obrar en nosotros, por el perdón y la reconciliación.
Y con la alegría de haber sido convocados a celebrar el día del Señor. Nos ponemos de pie y uniendo nuestros corazones y nuestras voces iniciamos la celebración eucarística cantando: ………………………………..
COLGADO DE CINTAS EN LA CRUZ:
M:
Se invita al representante de la Catequesis Familiar, para que coloque las
cintas en la cruz, una de color rojo con la frase “Condenar e ignorar a los demás” que indican nuestras resistencias
o amenazas y otra cinta de color verde con la frase “Actuar con misericordia” que indican las actitudes que debemos practicar
esta semana.
ACTO PENITENCIAL Si el sacerdote invita a rezar el Yo pecador; el coro entona después el canto de Ten Piedad; Sino no es así, después de cada intención que lee el monitor, el coro canta, ten piedad)
· Tú que no has sido enviado a condenarnos sino a salvarnos; Señor, ten piedad.
· Tú
que has venido a buscar y salvar lo que estaba perdido; Cristo, ten piedad.
· Tú
que no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; Señor, ten piedad.
NO SE DICE GLORIA
LITURGIA DE LA PALABRA
ENTRONIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS:
M: Permaneciendo de pie, con actitud humilde nos disponemos para escuchar y acoger en nuestro corazón el mensaje que Dios nos quiere transmitir a través de su Palabra. Acogemos la Palabra de Dios invocando la presencia del Espíritu Santo, cantando: …………………………
& Lectura del libro del profeta Isaías 43, 16-21
M: En la primera lectura, El profeta Isaías recuerda al pueblo las admirables cosas que Dios ha hecho a favor de ellos, ayudándoles en su lucha por la supervivencia en Egipto o en el desierto. Escuchemos.
& Salmo Responsorial: Sal 125
M: Frente a esta acción renovadora
del Señor, el Salmo 125 nos invita a cantar nuestra alegría. Participamos de
esta oración, aclamando juntos: “El
Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres”
& Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 8-14
M: En la segunda lectura, san Pablo nos exhorta a descubrir la fuerza de la pasión de Cristo y nos dice que ningún pasado nos impide conocer a Cristo y encontrarnos con él. Escuchemos.
& Lectura del santo Evangelio según san Juan 8,1-11
M: El pasaje del evangelio, es
Palabra inspirada por Dios. Se nos muestra el amor de Dios en todo su
esplendor, liberando a una mujer oprimida que no vale nada para los demás y se
la usa según la conveniencia.
Aclamación del Santo Evangelio: (El monitor invita a ponerse de pie para acoger la proclamación del Santo Evangelio)
“Ahora –dice el Señor- conviértanse a mí de todo corazón,
porque soy compasivo y misericordioso”.
HOMILIA: (sacerdote)
CREDO: (sacerdote) Nos ponemos de pie para profesar nuestra fe rezando el Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES: A cada invocación respondemos:
Quédate con nosotros,
Señor.
· Por la Iglesia, para que
siempre sea un lugar de acogida, donde todos podamos ser escuchados, y
encontremos la misericordia y el perdón. Oremos.
· Por nuestros gobernantes; para que se acuerden de
tu misericordia a la hora de tomar decisiones y piensen siempre en el bienestar
de todos, especialmente los más necesitados. Oremos.
· Por la paz y la dignidad de
los pueblos, para que cesen las guerras, las transgresiones, la violencia y
todas aquellas prácticas perversas que aniquilan a la humanidad y la hacen
esclava de poderes violentos. Oremos.
· Por todos aquellos que se sienten solos, están
enfermos, preocupados, a los que están necesitados de pan o de cariño; para que
esta cuaresma nos acerquemos y ayudemos unos a otros. Oremos.
· Por nosotros aquí reunidos en torno al Altar del Señor, que hemos escuchado la Palabra de Dios; para que no nos creamos mejores que los demás ni nos convirtamos en jueces, sino que aprendamos de Jesús a ser comprensivos y misericordiosos con todos. Oremos.
LITURGIA EUCARÍSTICA
COLECTA:
M: Jesús, nos invita acercarnos al altar para poner en sus manos nuestra vida y la vida de nuestra familia, así como nuestro aporte económico voluntario para la vida pastoral de nuestra parroquia; pero, antes recemos juntos la oración de colecta.
Recibe Señor mi ofrenda,
no es una limosna porque no eres un mendigo, no es un aporte porque no lo
necesitas, no es el resto que me sobra que te ofrezco, este monto representa
Señor, mi reconocimiento, mi amor, pues si lo tengo, es porque tú me lo diste.
Amén.
Acompañamos la colecta cantando: ……………………..……………….
OFRENDAS:
M: Con las ofrendas de pan y vino, ofrezcamos a Dios también nuestro perdón a quienes nos han ofendido.
(Si hubiese ofrendas)
- Cirios: Simbolizan la luz de Cristo, el nacimiento de
una nueva vida.
- Hostias y Vino: Representan el milagro de nuestra fe, que
serán transformados en el Cuerpo y en la sangre de Cristo.
- Pan y Uvas: Simbolizan el fruto del trabajo del hombre y
la fortaleza del corazón para anunciar la Palabra.
- Flores: Expresión de gratitud, ternura, dulzura y amor hacia a María.
Acompañamos la presentación y preparación de ofrendas cantando: …………………................
SANTO: ……………………………………………………………
PAZ- CORDERO: …………………………………………………
COMUNIÓN:
M: Hermanos: La eucaristía, junto con la cruz, es la máxima prueba del amor de Jesús. Él nos espera en el altar para decirnos: “Yo no te condeno. En adelante no peques más”, con una fe renovada y en gracia de Dios, acerquémonos a recibir el Pan de Vida. Acompañamos la comunión cantando: …………………………….……
ACCIÓN DE GRACIAS:
M:
Después de la comunión el coro puede entonar una canción
de acción de gracias o se puede rezar la oración Alma de Cristo.
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
AVISOS COMUNITARIOS: (Se anuncian si los hay)
LEMA DIOCESANO 2025: Antes de despedirnos, vamos a corear nuestro lema diocesano: “Peregrinos de esperanza, testigos de la fe”
DESPEDIDA:
M: Hermanos: Con la consoladora convicción que el Señor no condena, sino que salva, regresemos a nuestras comunidades zonales y nuestros hogares a encontrar el camino de la santidad en Cristo-Jesús. Nos despedimos cantando………………………………...
HOJA DE LECTURAS
& Lectura del libro de Isaías 43, 16-21
“Esto dice el Señor, que abrió camino en el mar y una senda en las aguas impetuosas; que sacó a batalla carros y caballos, la tropa y los héroes; caían para no levantarse, se apagaron como mecha que se extingue: “No recuerden lo de antaño, no piensen en lo antiguo; miren que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notan? Abriré un camino en el desierto, corrientes en el yermo. Me glorificarán las bestias salvajes, chacales y avestruces, porque pondré agua en el desierto, corrientes en la estepa, para dar de beber a mi pueblo elegido, a este pueblo que me he formado para que proclame mi alabanza”. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
& Salmo responsorial: Sal 125
R. “El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres”
· Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. / R
· Hasta los gentiles decían: “El Señor ha estado grande con ellos”
El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. / R.
· Recoge, Señor, a nuestros cautivos como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. / R.
· Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve
cantando, trayendo sus gavillas. / R.
& Lectura de la carta del apóstol san Pablo a
los Filipenses 3, 8-14
“Hermanos: Todo lo considero pérdida comparado con la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo considero
basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él, no con una justicia mía,
la de la ley, sino con la que viene de la fe en Cristo, la justicia que viene de
Dios y se apoya en la fe. Todo para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección,
y la comunión de sus padecimientos, muriendo su misma muerte, con la esperanza
de llegar a la resurrección de entre los muertos. No es que ya lo haya
conseguido o que ya sea perfecto: yo lo persigo, a ver si lo alcanzo como yo he
sido alcanzado por Cristo. Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio.
Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lazándome hacia lo que
está por delante, corro hacia la meta, hacia el premio, al cual se llama Dios
desde arriba en Cristo Jesús.” Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.
& Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 1-11
“En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al
amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y
sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen a una mujer
sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: “Maestro, esta
mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda
apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices? Le preguntaban esto para
comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo
en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo. “El que
esté sin pecado, que le tire la primera piedra”. E inclinándose otra vez,
siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno,
empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús con la mujer en medio, que seguía
allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están tus
acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?” Ella contestó: “Ninguno, Señor”. Jesús
dijo: “Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”. Palabra del Señor. R.
Gloria a ti, Señor Jesús.