«El que
entra por mí se salvará»
PRIMERA
LECTURA: Hechos 2, 14.36-41
SALMO
RESPONSORIAL: Salmo 22, 1-6
SEGUNDA
LECTURA: 1 Pedro 2, 20-25
Invocación
al Espíritu Santo:
Ven
Espíritu Santo, Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras
conciencias. Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre
quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo. Que tu Palabra llegue a
toda nuestra vida y se haga vida en nosotros. Amén.
TEXTO BÍBLICO: Juan 10, 1-10
10,1: Les
aseguro: el que no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino saltando
por otra parte, es un ladrón y asaltante. 10,2: El que entra por la
puerta es el pastor del rebaño. 10,3: El cuidador le abre, las ovejas
oyen su voz, él llama a las suyas por su nombre y las saca.10,4: Cuando ha
sacado a todas las suyas, camina delante de ellas y ellas le siguen; porque
reconocen su voz. 10,5: A un extraño no le siguen, sino que escapan
de él, porque no reconocen la voz de los extraños. 10,6: Ésta es la
parábola que Jesús les propuso, pero ellos no entendieron a qué se refería.
10,7: Entonces, les habló otra vez: Les aseguro que yo soy la puerta del
rebaño. 10,8: Todos los que vinieron [antes de mí] eran ladrones y
asaltantes; pero las ovejas no los escucharon. 10,9: Yo soy la
puerta: quien entra por mí se salvará; podrá entrar y salir y encontrar
pastos. 10,10: El ladrón no viene más que a robar, matar y destrozar.
Yo vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Palabra del Señor.
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio
Bíblico.
Entender las parábolas
de Jesús, es situarnos verdaderamente en el mundo donde Él se movía y
desempeñaba su ministerio. Aquí, una de las veces que toma al redil completo de
las ovejas y un pastor para dar a entender una enseñanza.
En primer lugar, para
los que no conocen mucho cómo se cuidan las ovejas, debemos recordar que son
animales dóciles, domesticables desde los primeros tiempos de la humanidad. En
la época de Jesús, una de las actividades más importantes era el cuidado de las
ovejas. La oveja da leche y lana. Y en algunos casos se sacrificaba para comer.
Pero lo más importante es comida y abrigo. Por lo tanto, tener ovejas, era
tener un tesoro que hay que cuidar. Para esto, se construían corrales o
llamados rediles también. La mayoría de las veces, eran muros de piedra, que
contenían a las ovejas dentro, ellas allí estaban a salvo de los depredadores y
era más fácil cuidarlas en las noches. Esos muros tenían una puerta, por allí
salían todas las mañanas y regresaban todas las tardes cuando volvía de pastar
y relajarse en los verdes prados, cercanos a lagunas y arroyos.
Evidentemente el que
no entra por la puerta es un bandido, un ladrón y saqueador. El lobo también
salta el muro. Y es lo primero que advierte Jesús. También, la voz del pastor,
es conocida por las ovejas, que lo siguen, porque ellas saben que el pastor las
cuida y les brinda protección. A otra persona que desconozcan la voz no la
siguen.
Los discípulos no entendieron
la parábola, aun cuando habían visto las ovejas y sus cuidados. Entonces Jesús
compara todo con el Reino de los cielos y dice que Él es la única puerta por
donde pasarán para entrar en el Reino. Jesús usa para sí mismo el nombre
sagrado que Dios le había dado a Moisés y dice: “Yo soy la puerta: quien
pasa por mí se salvará”. Pasar a través de Jesús, son frases que sonarían muy
extrañas para los primeros discípulos. Pero hoy entendemos que sólo a través de
Jesús es que encontramos la vida verdadera. No como la han venido ofreciendo
otros, que sólo mintieron para aprovecharse de las pobres ovejas. Por eso
culmina el texto con: “Yo vine para que tengan vida, y la tengan en
abundancia”.
Reconstruimos
el texto:
1. ¿Cómo comienza el texto?
2. ¿Cuál es la comparación que pone Jesús?
3. ¿Quiénes son los que no entran por la puerta?
4. ¿Cómo se comportan las ovejas con su verdadero pastor?
5. ¿Qué sucede con los extraños que buscan a las ovejas?
6. ¿Qué parte del corral de las ovejas Jesús compara
consigo mismo?
7. ¿Qué sucede con las ovejas que cruzan la puerta?
8. ¿Quiénes son esas ovejas hoy y cuál es la puerta?
9. ¿Para qué vino Jesús?
2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?
Hagámonos
unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
1. En el corral de mi vida ¿Cuántas veces han venido
ofreciéndome la felicidad de muchas formas? ¿Me dejo tentar por estos que la
ofrecen?
2. ¿Cuáles son esas falsas formas de felicidad que me
cautivan?
3. ¿Cómo llegan a mi vida, cómo se presentan estas falsas
formas? No debo olvidarme que el demonio se disfraza de ángel de luz.
4. ¿Cuál es mi relación con la Iglesia, el redil donde yo
estoy a salvo? ¿Vivo plenamente la vida de la Iglesia?
5. Seguir a Jesús, el buen pastor: ¿Qué significa ser
seguidor de Jesús? Él no trajo una doctrina, ni una ideología. Él es el Señor
de la Vida. El dueño del Tiempo y el Hijo Único de Dios. Se seguidor del Señor…
¿Qué implica? ¿Hasta dónde llega mi compromiso?
6. ¿Escucho la voz del Señor para seguirlo? Así como
hacen las ovejas. ¿Con qué frecuencia me relaciono con la Sagrada Escritura,
para hacer oración, para que influya en mi vida?
7. Me doy cuenta que otros vienen como pseudopastores a
robar, matar y destrozar… ¿Dejo que me acaben a mí y mi comunidad? ¿Cuál será
la mejor defensa contra estos mentirosos?
8. Jesús vino para que tuviéramos vida y vida en
abundancia. ¿Qué significa esto en la realidad?
9. ¿Soy consciente que sólo en Jesús puedo tener vida en
abundancia?
3.- ORACIÓN: ¿Qué le digo o decimos a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor:
Gracias
Señor por tu Palabra Salvadora.
Gracias
por ser mi buen pastor.
Gracias
por cuidarme de los que vienen a asaltar, robar y matar mi alma.
Quiero
seguirte siempre, dame esa gracia. Que no me aparte de Ti.
Y como
muestra de oración te invitamos a que uses el Salmo 23 (22) para tu oración,
repítelo lentamente:
23,1: El Señor es mi
pastor, nada me falta.
23,2: En verdes praderas me hace reposar,
me conduce a fuentes tranquilas
23,3: y recrea mis fuerzas.
Me guía el sendero adecuado
haciendo gala su oficio.
23,4: Aunque camine por lúgubres cañadas,
ningún mal temeré, porque tú vas conmigo;
tu vara y tu bastón me defienden.
23,5: Preparas ante mí una mesa
en presencia de mis enemigos;
Me unges con perfume la cabeza,
y mi copa rebosa.
23,6: ¡La bondad y el amor me escoltan
todos los días de mi vida!
Y habitaré en la casa del Señor
a lo largo de mis días.
23,2: En verdes praderas me hace reposar,
me conduce a fuentes tranquilas
23,3: y recrea mis fuerzas.
Me guía el sendero adecuado
haciendo gala su oficio.
23,4: Aunque camine por lúgubres cañadas,
ningún mal temeré, porque tú vas conmigo;
tu vara y tu bastón me defienden.
23,5: Preparas ante mí una mesa
en presencia de mis enemigos;
Me unges con perfume la cabeza,
y mi copa rebosa.
23,6: ¡La bondad y el amor me escoltan
todos los días de mi vida!
Y habitaré en la casa del Señor
a lo largo de mis días.
Amén.
Profundiza en tu
oración este Salmo. Vuelve a repetirle al Señor que Él es tu pastor y por eso
nada te falta, nada temes. Todo lo tienes. Ponte en las manos del Señor, deja
que Él actúe en tu vida.
4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?
Para el
momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del
Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
«El que
entra por mí se salvará» (Versículos 9) Y así,
vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.
5.- ACCIÓN: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?
Debe
haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un
verdadero cristiano.
Si
estoy solo, me propongo hacer una
relectura más pausada del texto y preguntarme, ¿a qué cambios me está invitando
el Señor de la vida? ¿Qué debería dejar de hacer para no darle tantas
oportunidades al enemigo que nos tienta? Y proponerse una acción posible, que
me saque de la rutina. Visitar a un enfermo para animarlo, ir a un hospital y
enrolarse como voluntario, a un asilo de ancianos. Hacer una obra de caridad,
que se note. Por ejemplo, también puede ser comprar alimentos para dárselos a
alguien que estás seguro que no tiene.
En el
grupo, conversar en el grupo de todas las formas
en que somos tentados como iglesia por otros que vienen a quitarnos la paz y la
salvación. Distinguirlos, definirlos. Pues es importante darle al Señor la
oportunidad de que sea Él y sólo Él quien nos cuide. También proponerse conocer
las actitudes de los seguidores o discípulos. Destacar la que más sea
importante y proponerse vivirla. También como grupo hacer una obra de caridad
con quienes sepamos están carenciados y necesitados.
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