viernes, 24 de enero de 2014

Amistad sin fronteras

Cuentan que esta historia sucedió después de una sangrienta batalla.

- Mi amigo no ha regresado del campo de batalla señor. Solicito permiso para ir a buscarlo…- dijo un soldado a su teniente.

- Permiso negado -replicó el oficial superior- No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto.

El soldado haciendo caso omiso de la prohibición salió y regresó una hora más tarde, mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo. El Teniente estaba furioso.

- ¡Ya le dije que había muerto! Dígame… ¿Merecía la pena ir hasta allá para traer un cadáver?

Y el soldado moribundo respondió: Claro que sí señor. Cuando lo encontré todavía estaba vivo y pudo decirme...

“¡Estaba seguro que vendrías!”

”Amigo es aquel que llega cuando todos se han ido."


Anónimo

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