Los deseos de una madre
Llévame al baile hijo que aún no
estoy vieja. Quiero lucirme contigo bailando del brazo sujeta.
Llévame al teatro hijo que aún no
estoy sorda. Escucharé los preludios contigo a mi cerca.
Llévame a la calle hijo aún tengo
buenas piernas para caminar sin rumbo fijo a tú lado no me sentiré vieja.
Invítame a tu casa hijo el domingo
en la mañana a compartir tu buena mesa y sentirme acompañada.
Háblame con cariño hijo no me retes
ni exaltes, nos gusta como a los niños que nos mimen, y nos sonrían sin
desaires.
Festeja mis ocurrencias no critiques
mis locuras. Trataré de ser valiente aunque surjan amarguras.
No me alejes de tu lado, no me
hables con engaños. Tengo aún mi mente clara, los recuerdos son de antaño.
Ven a verme a casa hijo ya no te
pediré nada, solamente tú presencia y contemplar tú linda cara.
No me dejes triste y sola ni me
metas a la cama. Los doctores se equivocan el dolor está en el alma.
Anónimo.
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