Para cambiar el mundo
Cuando era joven y libre y mi
imaginación no tenía límites... ...Soñaba con cambiar el mundo.
Cuando maduré y me volví más sabio, descubrí
que el mundo no cambiaría, así que moderé mis aspiraciones y decidí cambiar
únicamente a mi país.
Pero también descubrí que mi país no
cambiaría.
Al llegar a mi vejez en un último
intento desesperado resolví cambiar únicamente a mi familia y mi trabajo. Pero
ellos nunca lo permitieron.
Y ahora, al final de mi vida, ¡De
pronto me doy cuenta! Si tan solo me hubiera cambiado primero a mí mismo...
Entonces con mi ejemplo habría
cambiado a mi familia y mi trabajo Con su inspiración y aliento, habría podido
mejorar a mi país... Y quien sabe, quizá podría haber cambiado ¡incluso el
mundo!
Anónimo
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