sábado, 5 de abril de 2014

ORACIÓN PARA INICIO DE SEMANA EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS PÚBLICAS_ 06/04/14

Comenzamos nuestra oración de la quinta semana de cuaresma: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 1-45
“En aquel tiempo, había un hombre enfermo que se llamaba Lázaro, natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana Martha. María era la que ungió al Señor con perfume y le seco los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro. Las hermanas mandaron a Jesús este mensaje: “Señor, tu amigo está enfermo”. Jesús, al oírlo, dijo: “Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”. Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro, cuando se enteró que éste se encontraba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Después dijo a sus discípulos: “Vamos otra vez a Judea”. Los discípulos le replicaron: “Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos, ¿y vas a volver allí?”. Jesús contestó: “¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si camina de noche, tropieza, porque le falta la luz”. Dicho esto añadió: “Lázaro, nuestro amigo, está dormido; voy a despertarlo”. Entonces le dijeron sus discípulos: “Señor, si duerme, se salvará”. Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural. Entonces Jesús les dijo claramente: “Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de que no hayamos estado allí, para que crean. Y ahora vamos a su casa”. Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás discípulos: “Vamos también nosotros y muramos con él”. Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá”. Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Sé que resucitará en la resurrección del último día”. Jesús le dice: “Yo soy la resurrección y la vida; él que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y él que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?”. Ella le contestó: “Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”. Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja: “El Maestro está ahí y te llama”. Apenas lo oyó, se levantó y salió adonde estaba él; porque Jesús no había entrado todavía en el pueblo, sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía de prisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí. Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano”. Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió profundamente y se estremeció. Después preguntó: “¿Dónde lo han enterrado?”. Le contestaron: “Señor, ven  verlo”. Y Jesús lloró. Los judíos comentaban: “¡Cómo lo quería!”. Pero algunos dijeron: “Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?”. Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cueva tapada con una piedra. Dijo Jesús: “Quiten la piedra”. Marta, la hermana del muerto, le dijo: “Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días”. Jesús le dijo: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?”. Entonces quitaron la piedra. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: “Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado”. Y dicho esto, gritó con voz potente: “Lázaro, sal afuera”. El muerto salió, con los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: “Desátenlo y déjenlo ir”. Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN: ¿RESUCITAR, REVIVIR O REENCARNAR?

¿Cuál es nuestra opción? ¿Qué será preferible?

En el Evangelio de San Juan (Jn 11, 1-45) observamos el impresionante relato de la llamada resurrección de Lázaro, el amigo de Jesús, hermano de Marta y María, quien -según palabras de Marta- ya olía mal, pues llevaba cuatro días muerto.

Ahora bien, lo de Lázaro no fue propiamente “resurrección”: fue más bien “revivificación”, porque éste regresó a la misma vida que había vivido antes. Y la resurrección es volver a una vida infinitamente superior a la que ahora vivimos.

En la resurrección nuestra alma se unirá a nuestro mismo cuerpo (CIC 997), pero éste no será igual al que ahora tenemos- sino infinitamente mejor, pues será un “cuerpo de gloria” (Flp 3, 21).

Será un cuerpo que ya no volverá a morir, ni envejecer, ni enfermar, ni sufrir. Será un cuerpo que ya no está sujeto a la corrupción ni a ningún tipo de decadencia. Será un “cuerpo espiritual” (1Cor 15, 44).

¿Cómo irán a ser nuestros cuerpos resucitados? Conocemos de dos: el de Jesús Resucitado y el de la Santísima Virgen María. Jesucristo resucitó con su propio cuerpo. En efecto, le dice a sus Apóstoles después de su Resurrección: “Miren mis manos y mis pies; soy Yo mismo” (Lc 24, 39). El “cuerpo espiritual” de Jesucristo era ¡tan bello! que no lo reconocían los Apóstoles... tampoco lo reconoció María Magdalena. Y antes de haber resucitado, cuando el Señor se transfiguró ante Pedro, Santiago y Juan, mostrándoles sólo parte del fulgor de su Gloria era ¡tan bello lo que veían! ¡tan agradable lo que sentían! que Pedro le propuso al Señor hacerse tres tiendas para quedarse a vivir allí mismo. Así es un cuerpo resucitado. Y el Señor nos promete que si obramos bien vamos a resucitar igual que Él.

Los videntes que dicen haber visto en alguna de sus apariciones a la Santísima Virgen -y la ven en cuerpo glorioso como es Ella después de haber sido elevada al Cielo- se quedan extasiados y no pueden describir, ni lo que sienten, ni la belleza y la maravilla que ven. Así es un cuerpo resucitado.

Y ¿cuándo será nuestra resurrección? Algunos creen que la resurrección sucede enseguida de la muerte. Pero no es así. El Catecismo de la Iglesia Católica dice que sin duda será en el “último día”; “al fin del mundo”... “cuando se dé la señal por la voz del Arcángel, el propio Señor bajará del Cielo, al son de la trompeta divina. Los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar” (1Ts. 4, 16). (CIC 1001).
Pero sucede que hoy día la gente anda encantada pensando en la reencarnación, la cual está negada en la Biblia (leer la rotunda negación que la Biblia nos da en Sabiduría 7, 6; Hebreos 9, 27). Esta falsa creencia contempla la vuelta a esta misma vida, como sucede en la revivificación... pero la diferencia está en que se cambia de cuerpo. ¿Cómo? Sí, los que creen en ese engaño piensan que se regresa a un cuerpo que no es el mismo que se tenía antes, pero que -igual al anterior- se va a envejecer, a corromper, va a volver a morir. ¿Cuál es la gracia, entonces?

Si tenemos la promesa del Señor de nuestra futura resurrección, ¿cómo puede ser que la gente de hoy, algunos inclusive cristianos, estemos prefiriendo la re-encarnación a la resurrección? La re-encarnación no sólo está negada en la Biblia, sino que es un “imposible”, es un mito, es una farsa. Pero si es que fuera posible, ¿cómo puede parecer más atractivo reencarnar en un cuerpo decadente, enfermizo, corruptible, sujeto a la muerte -y que además no es el mío- que resucitar en cuerpo glorioso, como el de Jesucristo y la Virgen, para nunca más morir, ni envejecer, ni enfermar, ni sufrir?

PETICIÓN:
·Por quienes han perdido algún ser querido, para que en el recuerdo de Lázaro, resucitado por Cristo, la desesperación de los afligidos se transforme en esperanza, y el dolor en consolación y fortaleza. Roguemos al Señor.
·Por nosotros aquí reunidos como comunidad educativa; para que nuestra total confianza en Cristo sea percibida, por quienes viven junto a nosotros, como anuncio visible y creíble de salvación. Roguemos al Señor.
·….

Recemos todos juntos la oración del Padre Nuestro…. y Ave María….

Que el Señor de la Vida nos bendiga y acompañe: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

jueves, 27 de marzo de 2014

¿CÓMO SE SABE SI UNO TIENE VOCACIÓN?

Si la vocación está inscrita en el mismo hecho de la existencia, entendemos que no hay ninguna duda en comprender a lo que somos llamados: a ser buenos administradores del don de la vida y a respetar el entorno de la creación en el que desarrollamos nuestra tarea.

Se trata de averiguar si Dios tiene, además, un proyecto especial, si en su designio y providencia ha pensado en pronunciar un nuevo nombre, no solo el que llevamos por naturaleza, sino como sucedió con Abrán, y con Jacob, que recibieron después el nombre de Abraham y de Israel, como misión e identidad creyente. Jesús a Simón le puso el nombre de Pedro y le confirió el ministerio de presidir a los demás apóstoles.

No siempre es fácil detectar la llamada. Recordemos lo que sucedió con el pequeño Samuel: por tres veces lo llamó Dos y él creía que quien lo hacía era el sacerdote. En general es necesario un proceso de discernimiento para autentificar la percepción interior y liberarnos de una posible proyección de deseos personales, o de influencias exteriores, y reconocer que se trata de una iniciativa divina.

Lo que Dios quiere sucede de su mano. Si Dios es quien llama, y Él tiene poder para comunicarse con cada uno de nosotros, es inconcebible que pueda estar deseando una obediencia de nuestra parte o algún proyecto suyo y que no nos enteremos. De una u otra forma, por diferentes hechos, coincidencias, experiencias íntimas, resonancia de la Palabra de Dios, mediaciones familiares o eclesiales, el que es llamado llega a conocer el don que ha recibido, aunque permanece libre para aceptarlo o no.

Un obispo, que ya murió, al que tengo veneración, me dijo que si lo que se desea no lo dicta la naturaleza, y es algo bueno, hay que entender que lo inspira Dios. Es decir, si uno siente inclinación hacia algo más perfecto y mejor, que además implica despojo, renuncia, sacrificio, y también siente una atracción gozosa, se debe interpretar que el Espíritu de Dios pone en el corazón esos sentimientos nobles, generosos, limpios.

La vocación cristiana se define como seguimiento de Jesús. En el Evangelio hay algunos textos emblemáticos. Los dos discípulos de Juan el Bautista, haciendo caso a las indicaciones del Precursor, comenzaron a ir detrás de quien había sido señalado como el Cordero de Dios. En un momento, Jesús se vuelve y, cara a cara con ellos, les pregunta: “¿Qué buscáis?”. Ellos respondieron: “Maestro, dónde vives”. “Venid y lo veréis, les respondió el Señor, y se quedaron con Él aquel día”. Curiosamente, el Evangelio señala: “Eran las cuatro de la tarde”. Cuando sucede algo importante, la memoria graba las circunstancias en las que acontecen los hechos. Otro ejemplo lo personaliza el ciego de Jericó, cuando, estando en el suelo gritando, le avisan diciéndole: “’Levántate, que te llama’. Puesto en pie ante el Señor, Jesús le pregunta: ‘¿Qué quieres que haga por ti?’. ‘Señor, que vea’. ‘Ve, tu fe te ha curado’, y lo seguía por el camino”.

En ambos textos se describe la cercanía del encuentro personal, del tú a tú. Como dice el papa Benedicto XVI, es desde el encuentro con la persona de Jesús como se entiende el cristianismo y mucho más la vocación. “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (Dios es amor, 1). La vocación no se comprende como un propósito de ser bueno –esto ya lo hacía el joven rico– sino de seguir a Jesucristo después de haberse encontrado con Él.

Para saber si hay vocación es esencial haber conocido a Jesús, reconocerlo como Maestro y Señor, quedar fascinados por Él y, en el proceso del seguimiento, ir descubriendo la concreción de su llamada y de su voluntad. De aquí se deduce lo difícil que resulta decir que se tiene vocación si solo es un planteamiento mental y no implica el corazón. El papa Benedicto XVI, dirigiéndose a los seminaristas, en Colonia, en 2005, les dijo que la vocación hay que entenderla en clave de enamoramiento. No es una cuestión ética o moral, sino una necesidad de seguir por amor a quien se percibe como razón y sentido de la vida: “Queridos amigos, este es el misterio de la llamada, de la vocación; misterio que afecta a la vida de todo cristiano, pero que se manifiesta con mayor relieve en los que Cristo invita a dejarlo todo para seguirlo más de cerca. El seminarista vive la belleza de la llamada en el momento que podríamos definir de ‘enamoramiento’. Su corazón, henchido de asombro, le hace decir en la oración: Señor, ¿Por qué precisamente a mí? Pero el amor no tiene un ‘porqué’, es un don gratuito al que se responde con la entrega de sí mismo”.

La pregunta sobre la posibilidad de conocer o no la vocación, debería hacerse sobre si se conoce o no a Jesucristo. Después, se percibirá dónde y a quiénes envía. La vocación tiene un por quién, no un para qué. Cuando se confunde la razón por la que se da el paso vinculante para tomar una identidad de consagrado, o incluso para formar una familia, y en vez de cimentar la opción en el seguimiento de la voluntad divina se funda en un buen deseo de llevar a cabo un proyecto, se acaba perdiendo la razón de la fidelidad.

Se sabe si se tiene vocación, si ha habido, al menos, una insinuación de un encuentro creyente con Jesús, si se siente atractivo de seguirlo, si hay datos exteriores e históricos que avalen y posibiliten la opción, si hay fuerza y capacidad para realizar lo que se presiente como llamada. Dios no es sádico y no puede llamar a lo que no se ha capacitado. Si Él llama, antes ha dispuesto al sujeto para que pueda responder libremente a la propuesta. San Pablo reconoce: “El Señor se fió de mí, me hizo capaz y me confió este ministerio”. Como punto de partida, sobre todo si se trata de personas adultas, se debe considerar, no tanto que uno sea bueno o piadoso, sino que haya tenido un encuentro con Jesús, con su Palabra, y no se pueda soslayar la pregunta que se ha suscitado interiormente.
¿Sientes algo así?
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[ÁNGEL MORENO, La vocación. 25 preguntas, Editorial CCS, Madrid 2012, pp. 16-20 ]

ORACIÓN PARA INICIO DE SEMANA EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS PÚBLICAS_ 30/03/14

Comenzamos Nuestra Oración de la Cuarta Semana de Cuaresma: En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y 9. Lectura del santo evangelio segun San Juan 9, 1-41
"En Aquel Tiempo, al Pasar Jesús vio un hombre ciego de la ONU Nacimiento. Y Sus Discípulos le preguntaron: "¿Maestro, ¿Quien Peco, Este o capellanes sus, Para Qué naciera ciego". Jesús contesto: "ESTE Ni Peco Padres suspensiones del ni, ha sucedido párr Que se manifiesten en las Obras de El de Dios. MIENTRAS es de DIA, TENEMOS Que HACER las Obras del Que me ha Enviado; Viene La Noche, hacerlas y podra NADIE. MIENTRAS Estoy en El Mundo, soy la luz del mundo ". ESTO DICHO, escupió en el Consuelo, barro Hizo Con La saliva, sí lo es a los ojos al ciego y le DIJO: "Ve a Lavarte a la piscina de Siloé (Que significa Enviado)". EL FUE, SE LAVO, y volvio con vista. Y los vecinos y Los Que los antes Solian Verlo pedir limosna preguntaban: "No es Este el Que se sentaba a pedir?". Unos decian: "Sí, es EL mismo". Otros decian: "No Es El, Pero sí le PARECE". EL RESPONDIA: "Soy yo". Y le preguntaban: "¿Y se del como te de han abierto los ojos?". EL contesto: "Ese Hombre Que se llama Jesús Hizo barro, me lo Unto en los ojos y me DIJO Que fuese un Siloé Y Que me lavase. Entonces fui, me lavé, y empece a ver ". Le preguntaron: "¿Donde esta EL?". Contesto: "No Sé lo". Llevaron ante los fariseos al Que Habia Sido ciego. Sábado Era El Día de Que Jesús Hizo Barro Y le abrió los ojos, en. Also los fariseos le preguntaban de Como habia Adquirido la vista. EL les contesto: "Me Puso Barro cuarto del los ojos, me lavé, y veo". Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no Viene de Dios, porqué no guarda el Sábado". Otros replicaban: "¿? De Como Puede del pecador sin HACER Semejantes Signos". Y Esteban Divididos. Y Volvieron a preguntarle al ciego: "tú Y, ¿QUÉ dados del Que te ha abierto los ojos?". EL contesto: "profeta de la ONU Que es". Pero los Judios no sí creyeron Que AQUEL Habia Sido ciego y habia recibido la vista, Que Hasta llamaron a Padres suspensiones y les preguntaron: "¿Es la ESTE do Hijo, el Que USTEDES Dicen Que Nació ciego? ¿Que es Comò Ahora Florerias ver? ". Sus Padres contestaron: "Sabemos Que Este Es Nuestro Hijo Y Que Nació ciego; Pero no sabemos de Como es Que Ahora Puede del ver, ni tampoco sabemos QUIÉN le dio la vista. Pregúntenselo a El, Que es el alcalde y El Mismo Darles Florerias Razón ". ASI Padres del SUS respondieron tenian PORQUE Miedo a los Judios; PORQUE los Judios ya habian Acordado Expulsar De La Sinagoga a Quien reconociera de Que Jesús Mesías era. Por Eso SUS Padres Dijeron: "Ya es alcalde, pregúntenselo a EL. Llamaron Por Segunda Vez Que Habia Sido al ciego y le Dijeron: "Confiésalo ante Dios: Nosotros sabemos Que Ese Hombre es pecador ONU". EL contesto: "Un si es pecador, no lo da Sé, SÓLO Sé Que yo era ciego y Ahora veo". Le preguntan de nuevo: "'Que Te Hizo, Cómo te abrió los ojos?". Les contesto: "Lo que él DICHO ya, y no me han de Hecho Caso; ¿Para Qué quieren Oirlo otra vez; ¿also USTEDES quieren hacerse Discípulos suyos?". Ellos lo insultaron y le Dijeron: "Discípulo de ESE lo serás tú; Nosotros somos Discípulos de Moisés. Nosotros sabemos Que un Moisés le hablo de Dios, Pero ESE no sabemos de DÓNDE Viene ". EL Replico: "Pues eso es lo raro: que USTEDES no SABEN DÓNDE de Viene y, embargo de pecado, me ha abierto los ojos. Sabemos Que Dios no ESCUCHA A Los pecadores, sino-Voluntad al Que da culto a Dios y Hace do. Jamás sí Oyó Decir Que Nadie le abriera los ojos a la ONU Ciego de Nacimiento; si Este no viniera de Dios, no hay Poder Nessun tendria ". Le replicaron: "Tú Que Naciste LLENO de Pecado, ¿QUIERES darnos Lecciones de un Nosotros?". Y lo expulsaron. Oyó Jesús Lo Que habian Expulsado, lo encontro y le DIJO: "¿Crees tú en el Hijo del hombre". EL contesto: "¿Y Quien es Señor, Para Qué crea en EL?". Jesús le DIJO: "Lo ESTAS Viendo: el Que te no está de hablando, ese es". EL DIJO: "Creo, Señor". Y sí postró De rodillas Delante de el. Jesús Anadio: "Para la ONU Juicio que yo Venido un Mundo Este; Para Qué Los Que No Vean ven, y Los Que ven queden ciegos". Los fariseos Que Estaban Con El oyeron ESTO y le preguntaron: "¿Also Nosotros ESTAMOS ciegos?". Jesús les contesto: "Si estuvieran ciegos, no tendrian Pecado, Pero Como Dicen Que ven, do Pecado Persiste". Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión: SANACION DE NUESTRA TIERRA

Jesucristo, Como sabemos, realizó milagros de sanación MUCHOS. UNO Cada, De Estós milagros FUE made in forma DIFERENTE: a UNOS sanaba PORQUE sí lo pedian, Other, el pecado Siquiera pedírselo. A UNOS sanaba tocándolos o dándoles la mano, un PORQUE Other bien Más lo tocaban a El, ya Other Sano, el pecado Siquiera tenerlos en do Presencia. Con UNOS Palabras USABA, estafa Otros ALGUNAS sustancias. Unos sí curaban enseguida y Otros despues Tiempo un.
Todo ESTO vale párr Decir Que el Señor es libérrimo en la forma de como EL Escoge párrafo HACER do laboral. Lo Que Si es materiales de buen calidad a TODAS las Curaciones Hechas Por Jesús es que mas he aquí que era la sanación Importante Que ocurría en el alma del Enfermo: su Tenia Curación profunda Una Consecuencia Espiritual. El Señor Física ninguna Hace Una sanación, el pecado Tocar profundamente el alma. CUANDO Y el Señor sana directly es párr Que se manifieste en la persona la gloria y el Poder de Dios.

Sin embargo, sabemos Que No TODO Enfermo es sanado. ¿Significa de Me disease es mal un? ... MIENTRAS dimiento El Mundo Presente, seguirán habiendo diseases, Las Cuales-ciertamente-son uña de Las Consecuencias del Pecado original, de Nuestros Primeros progenitores. Pero Jesús, aire do Pasión, Muerte y Resurrección, le dio valor redentor a Las diseases-y also un Todo tipo de Sufrimiento.

Es Decir, el Sufrimiento Llevado bien, Aceptado en Cristo, SIRVE párr santificarnos y párrafo Ayudar a Otros a santificarse. No Es de Que sean faciles de Llevar Las diseases-sobre TODO ALGUNAS de Ellas-Pero hijo Oportunidades párr ESE UNIR Sufrimiento a los sufrimientos de Cristo y Darles ASI valor redentor.

Y ¿QUÉ ES ESO DE "redentor valor"? Nuestros sufrimientos, unidos a los de Cristo, pueden SERVIR párrafo NUESTRA PROPIA santificación o Para La santificación De Otras Personas, incluyendo Nuestros Seres Queridos.

Es Por Ello Que despues de Cristo, ya el los Enfermos ningún hijo considerados personajes de Como malditas porciones El Pecado Propio o de Sus Padres, de como sucedia los antes de la Venida del Senor. Por idea esa, CUANDO Jesús curo un ciego de Nacimiento, los Apóstoles le preguntaron un: "¿Quien Peco Para Qué ESTE naciera ciego, EL Padres o suspensiones?". Y Jesús Responde: "Ni EL Peco del ni tampoco suspensiones Padres. Nació ASI Para Qué es EL SE manifestaran las Obras de Dios ". (Jn 9, 1-41)

Pero Las diseases MAS tumbas ningún hijo las del Cuerpo, sino las del alma. Más AUN, Las Enfermedades peores ningún hijo las Que Sufre persona una, sino las Sufre Que Una Toda Población. Nuestra Sociedad Enferma no está. ¡Y bien Enferma! De Violencia, Agresividad, difamación, ocultismo, esoterismo, idolatría, satanismo. SI, ESO MISMO: Culto al demonio para-Precisos MAS SER.

Requerimos Por Eso sanación. Una sanación Que Solo Dios nos Puede del dar. Porqué la sanación fundamental es la sanación interior. Y ESA es La Que ESTAMOS necesitando.

El ciego de Nacimiento Que mencionábamos terminación porción postrarse ante Jesús, reconociéndolo de como Dios. De Cuando comenzo a ver, el ciego cree Lo Que el Señor le de dados y, postrándose, lo adoro. (Jn 9, 38)

Es Lo Que nos Falta un Nosotros: postrarnos en Adoración. Reconocer Que Dios es el Señor de la Historia, no hay Nosotros. De Cuando no confiamos en Dios de Verdad, EL nep vu baño Manos de Los Enemigos. Solos no hay Podemos. Hay ORAR que. Y ORAR arrepentidos. Clamar a Dios. Adorarlo. EL hectáreas Puesto sos Condiciones párrafo ACTUAR CUANDO heno diseases Sociales:

PETICIÓN:
· Por Los TODOS NOSOTROS AQUI Reunidos Como Comunidad Educativa Para Qué nep preparemos baño ESTE TIEMPO DE Penitencia Para Celebrar El los Misterios Pascuales, Que Para El Señor nos abra los ojos al ciego de Como, y ASI demos Testimonio Delante De Los Hombres. Roguemos al Señor. 
· ....

Recemos Todos Juntos la Oración del Padre Nuestro .... y Ave María ....

Que el Señor de la Vida nos bendiga y acompañe: En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

miércoles, 26 de marzo de 2014

Escóndeme, Señor, en el secreto de tu Rostro ...

! Oh Faz adorable de Jesús, ya Que ha querido ELEGIR Nuestras almas de Manera especial párr entregarte una de Ellas, Venimos a consagrarlas un ti ... Nos PARECE, Jesús, Oír Que nos dices: "Abridme, Hermanos Mios, AMIGOS MIOS Queridísimos, Que Tengo la Faz cover de rocío y los cabellos del relente de la noche ". Nuestras almas comprenden ma Lenguaje de amor, NOSOTROS QUEREMOS enjugar Tu dulce Faz Y consolarte del olvido De Los malvados. A ojos sus, tú ESTÁS todavia escondido.

Escóndeme Señor en tus ojos. Guárdame Señor celo estafa abuela. Déjame abandonarme en ti. Deshacerme de Mis angustias, de mis Problemas, de Mis miserias, párr convertirlas En Esta cuaresma es esponjas Que enjuguen tus lágrimas.
Escóndeme Señor en tu mirada dulce. Déjame, Minuto ONU POR, embeber TUS Labios SECOS Con Mis Humildes Oraciones. Escóndeme Señor en tu rostro-humillado y sangriento, Hoy AUN, POR las faltas de amor a Nuestros hermanos. Falta de caridad, De Entrega, Tiempo de un Los Que caminan a Nuestro Lado. Amén.

LA SANTIDAD

Dejarse change es ConvertiRSE. Dejarse Transformar es santidad.

¿Quien no está Llamado a la santidad?

Todo hombre, mujer y de Toda TODO Niño de Toda Época, en TODO Estado de vida, Condición, Grado de talento y Profesión.

Tú ESTÁS Llamado a la santidad.
"Si es el santo Que los llamo, tambien USTEDES de han de Ser santos en Toda do conducta, Segun dado la Escritura: santos Sean, porqué yo soy santo" (1 Pe 1,15),

QUÉ ¿Por?

· ¡Porqué Dios te ama!
· tu eres precioso párr EL.
· Tú le perteneces a el.
· EL TE AMO los antes De que existiera El Tiempo.
· EL es tu Padre.
· Tú lo necesitás.

EL DESEA Que COMO EL mares tú: Santo.
"Lo Que somos es obra de Dios:: hemos Sido CREADOS en Cristo Jesús estafa Miras a las buenas Obras Que Dios dispuso de antemano Para Qué nos ocupáramos de Ellas" (Ef 2,10)

¿CUANDO?

¡Ahora! Hoy, en Este Momento.

Su gracia te basta
"Dados la Escritura:. En El Momento fijado te ESCUCHE, en el Día de la Salvación te ayudé Este es el Momento favorable, Este Es El Día de la Salvación" (2 Co 6,2).

¿Donde puedo Practicar la Santidad?
· En El Hogar
· En El Trabajo
· En la comunidad parroquial, zonal, ...
· En El Descanso
· En la IE
· En Una Multitud
· A SOLAS
· En tu familia
· En La Prisión
· en el Barrio.

TU PUEDES SER Santo baño TODAS contradictorio

"Por lo del tanto, ya coman, Beban o Hagan Lo Que mar, háganlo TODO párr gloria de Dios" (1 Co 10,31)



¿Es Posible ESTO?

Sí, Jesús Dara frutos en ti si tú Cooperas estafa do gracia. La gracia en sí recibe Con El Arrepentimiento, la confesión, la comunión, la Oración, El los Sacramentos, la Escritura, las buenas Obras-amor, fe y esperanza.

"Todo Con, llevamos Este tesoro es Vasos de barro, Para Qué this Fuerza soberana en sí Vea COMO obra de Dios y no our" (2 Co 4,7).

¿Es Verdaderamente para mi?

Sí, la santidad es Para Ti. No hay personajes es párr especialmente elegidas. La santidad es Para La Gente Común y Corriente Que Realizan, aire gozo, la Voluntad de Dios, en fe y en Verdad. "Si algúno destruye el Templo de Dios, Dios lo destruirá a el. El Templo de Dios es sagrado, Y ESE de Templo USTEDES hijo" (1 Co 3,17).

¿De Qué Debo HACER?

Sé fiel a tu estado de vida-casado, soltero, Religioso o estudiante.
Sé fiel a la Santa Madre Iglesia-una del los Preceptos, el los Sacramentos, el los mandamientos, la doctrina, la Enseñanza.

· Lee la Palabra de Dios y Otras Lecturas Espirituales.
· Observatorio de Las Bienaventuranzas-compendio de la santidad.
· Ama e interésate. Permite Que Jesús resplandezca a través de ti.
· Ora.

"Por lo demas, hermanos, fijense en TODO Lo Que encuentren de Verdadero, noble, justo y limpio; en TODO Lo Que es fraternal y hermoso, en Todos Los Valores morales Que merecen Alabanza" (Filp 4,8).

¿Cuales hijo ALGUNAS De Las Sugerencias Prácticas?
1. Mira a Cristo en el Momento Presente.
2. Cambia Toda Situación Desagradable párr bien de tu alma.
3. Adáptate al temperamento de tu projimo.
4. Permanece ONUDI a la Voluntad de Dios.
5. Elige a Dios Por Encima de ti.
6. Imita a Jesús.
7. Visita a Jesús frecuentemente en el Santísimo Sacramento.
8. Practica La Virtud.
9. Recibe los Sacramentos estafa Frecuencia.
10. Trata de Estar Consciente de Su Presencia.

"Cada Que busque UNO Lo Que agrada un projimo do, ayudándole a CRECER en el bien." (Rom 15, 2).

¿Donde está mi fortaleza?
· En la misericordia del Padre
· En la Preciosa Sangre de Jesús
· En el Poder del Espíritu
· En la intercesión de María, Nuestra Madre
· En la protection de los Ángeles
· En la Eucaristía
· En Su cruz


"Que los del anime el Propio Cristo Jesús, Nuestro Señor, y Dios, Padre nuestro, Que nos ha amado dándonos En Su misericordia sin consuelo eterno y Una esperanza feliz" (2 Tes 2,16).

¿Vere El los Resultados?
· Sí, Notaras Más Armonía en el Hogar
· Más paciencia Con Tu Prójimo
· Más fortaleza párrafo Vencer la Debilidad
· Más Compasión estafa Other
· Más misericordia
· Más de Gozo
· Paz en Medio de la confusión

"En Cambio, el Fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprension de el los demas, generosidad, Bondad, fidelidad, mansedumbre y Dominio de Sí Mismo. ESTAS hijo Cosas Que No Condena Ninguna Ley. Los Que pertenecen Cristo Jesús de han crucificado la carne con sos impulsos y Deseos "(Ga 5,22-24).

¿Donde está la fuente constante de la Santidad?

Es:
· Su amor - do gracia - su Iglesia
· Su Palabra - su Espíritu - su Poder
· Sacramentos-do el SUS Presencia
· Su Resurrección cruz-su

Porqué mi carne es Verdadera comida y mi sangre Verdadera bebida. El Que venga mi mi carne y bebe sangre, permanece en Mí y yo en él "(Jn 6,55).

¿Cuánto Tiempo tomāra ESTO?

De Momento un recuerdo, de Oración en Oración, de Día en DIA. "No Creo Haber conseguido ya la meta ni me considero perfecto un, Que sino-prosigo mi carrera párr conquistarla, de como yo ya lo Sido conquistado porción Cristo. No, hermanos, yo no me Creo todavia Calificado, Pero párr Ahora Mí vale SÓLO Lo Que no está del adelante, y Olvidando Lo Que Deje atrás "(Filp 3,12-14).

Metas
· projimo de Como Ser
· Amar a mi projimo de como Jesús lo ama
· Ser fiel a Su Iglesia
· proclamar la Buena Nueva
· Ser Santo

"El Mismo Señor nos dio la Orden: Te lo Puesto de como luz de los paganos, y llevarás Mi Salvación Hasta los Extremos del Mundo" (Hech 13,47).

sábado, 15 de marzo de 2014

ORACIÓN PARA INICIO DE SEMANA EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS PÚBLICAS_ 16/03/14

Comenzamos nuestra oración de la segunda semana de cuaresma: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

& 9. Lectura del santo evangelio según san Mateo 17, 1-9

En aquel tiempo, Jesús, tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a la montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:- “Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres carpas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:- “Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenlo”. Al oírlo, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:- “Levántense, no teman”. Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:- “No cuenten a nadie esta visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN
LA TRANSFIGURACIÓN Y ENTREGA
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Abraham, nuestro padre en la fe, tuvo una fe indubitable, inconmovible, una fe a toda prueba, que lo llevaba a tener una confianza absoluta en los planes de Dios y una obediencia ciega a la Voluntad Divina. A Abraham Dios comenzó pidiéndole que dejara todo: “Deja tu país, deja tus parientes y deja la casa de tu padre, para ir a la tierra que Yo te mostraré”. (Gen. 12, 1-4). Y Abraham sale sin saber a dónde va. Ante la orden del Señor, Abraham cumple ciegamente. Va a una tierra que no sabe dónde queda y no sabe siquiera cómo se llama. Deja todo, renuncia a todo: patria, casa, familia, estabilidad, etc. Da un salto en el vacío en obediencia a Dios. Confía absolutamente en Dios y se deja guiar paso a paso por El. Abraham sabe que su vida la rige Dios, y no él mismo. Dios le exigió mucho a Abraham, pero a la vez le promete que será bendecido y que será padre de un gran pueblo.

Abraham respondió a un Dios desconocido para él -pues Abraham pertenecía a una tribu idólatra. Pero nosotros hemos conocido la gloria de Dios, que fue experimentada por los Apóstoles después de la Resurrección del Señor. Tres de ellos, Pedro, Santiago y Juan, pudieron ver esa gloria aún antes, en la Transfiguración, cuando Jesucristo llevó a estos tres Apóstoles al Monte Tabor y allí les mostró algo del fulgor de su divinidad. Y éstos quedan extasiados al ver “el rostro de Cristo resplandeciente como el sol y sus vestiduras blancas como la nieve” (Mt. 17, 1-9).

Es de hacer notar que la Transfiguración tiene lugar unos pocos días después del anuncio que Cristo le había hecho de su Pasión y Muerte a los Apóstoles, de manera que esta vivencia de su gloria les fortaleciera la fe, pues habían quedado muy turbados al conocer que el Señor sería entregado a las autoridades y que debería sufrir mucho, para luego morir y resucitar.

Con esto Jesucristo quiere decirles a los Apóstoles que han tenido la gracia de verlo en el esplendor de su Divinidad, que ni El -ni ellos- podrán llegar a la gloria de la Transfiguración -a la gloria de la Resurrección- sin pasar por la entrega absoluta de su vida, sin pasar por el sufrimiento y el dolor. Eso se los anunció muy claramente en el anuncio que les hizo sobre su Pasión y Muerte justo antes de su Transfiguración: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera asegurar su propia vida la perderá, pero el que pierda su vida por mí, la hallará” (Mt. 16, 24-25).

Esa renuncia a uno mismo fue lo que Dios pidió a Abraham... y Abraham dejó todo y respondió sin titubeos y sin remilgos, sin contra-marchas y sin mirar a atrás. Esa renuncia a nosotros mismos es lo que nos pide el Señor para poder llegar a la gloria de la Resurrección. No hay resurrección sin muerte a uno mismo y tampoco sin la cruz de la entrega absoluta a la Voluntad de Dios.
PETICIÓN:

·      Por nosotros, aquí reunidos como comunidad educativa; para que venzamos siempre al desánimo, mirando el rostro iluminado de nuestro Señor Jesucristo, que nos anima y sostiene en nuestro caminar tras de él. Roguemos al Señor.
·      Por todos los que viven en la oscuridad, por los que no conocen a Cristo ni su amor, por los que no encuentran un sentido a sus vidas; para que encuentren en Cristo Transfigurado, la esperanza, el aliciente y la salvación, y así sus vidas se colmen de claridad. Roguemos al Señor.
·      ….
Principio del formulario

Recemos todos juntos la oración del Padre Nuestro…. y Ave María….


Que el Señor de la Vida nos bendiga y acompañe: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 28 de febrero de 2014

10 TRUCOS PARA ENAMORAR A TUS ALUMNOS


¿Qué trucos podemos utilizar para enamorar a nuestros alumnos?
La intención de este artículo no es hacer que nuestros alumnos acaben rendidos a nuestros encantos. Nada más lejos de eso. A lo que se refiere la palabra enamorar, es conseguir conectarse con los alumnos, que se alegren de vernos, que esperen con ilusión la clase que les vamos a impartir, que sean capaces de ver en nosotros a un modelo, a alguien cercano. Aquí algunos de los trucos que te pueden funcionar:

1. Entra sonriendo. No digo nada nuevo al afirmar la importancia del lenguaje no verbal a la hora de comunicarse. Personalmente, la entrada en el aula es un momento al que le concedo muchísima importancia, porque en cierta manera puedes adivinar cómo se desarrollará la sesión lectiva. En mi caso siempre intento entrar con una sonrisa. Y entro con una sonrisa porque sé que es contagiosa, porque siempre habrá algún alumno que te devolverá en algún momento esta sonrisa. Con este alumno habrás conseguido conectar muy probablemente hasta el final de la clase. No entiendo el empeño de muchos docentes en entrar con el semblante serio o proyectando cierto enfado. No tengo muy claro que el semblante serio implique mayor control del aula y mayor disciplina. En mi caso, al menos, prefiero enseñar desde la sonrisa. Tiempo habrá si acaso de ponerse serios durante la sesión lectiva.

2. Cuenta una anécdota. No hay mejor forma de conectar con un alumno que contando una anécdota. Una anécdota que puede ser nuestra o de otra persona. Las anécdotas, como las historias, tienen un enorme poder de seducción para los alumnos. Debemos ser capaces de poder usar estas anécdotas de una forma inteligente, ir dosificándolas a lo largo de una clase. Son una excelente forma de captar la atención, de disminuir conductas distractivas, de encandilar a tus alumnos. Se puede y se debe enseñar contando historias, contando anécdotas. Y tan importante es contarlas como que nuestros alumnos también puedan hacerlo.

3. Finaliza la clase con un vídeo. Este truco no falla nunca. Es importante diversificar los distintos materiales de que disponemos. Aquellos que contamos en clases con equipos de audio y pantallas digitales o proyectores, conexión a internet, debemos aprovecharlos al máximo estos recursos. Poniendo un vídeo al final de la sesión es una excelente forma de decirles a tus alumnos que han hecho un buen trabajo durante la sesión, que estás satisfecho y agradecido por ello, y que quieres recompensar este esfuerzo con un tipo de material que permite la distensión y la relajación. Es un momento para disfrutar con ellos. Se recomienda que sean vídeos que no superen los cinco minutos y que, en la medida de lo posible, que tengan relación con el conocimiento de la sesión que estamos impartiendo. También hay que tener muy en cuenta un canal como el de Youtube, muy popular entre los alumnos.

4. Aprende de tus alumnos. No hay mejor manera de enamorar que hacerles ver a tus alumnos que ese día ellos te han enseñado algo. Se trata de un truco muy sencillo, ya que puedes aprovechar las asignaturas que hayan tenido ese mismo día. La propia pizarra tradicional te dará un montón de pistas. Hazte el curioso, y deja que ellos te enseñen algo que saben, algo que para ellos tiene cierto valor y escúchales con atención, de forma activa, asintiendo con la cabeza. Hazles sentir importantes, hazles sentir que ellos también tienen algo que decirte.

5. Da o presta algo que sea tuyo. En el maletín de un docente hay algunas cosas que nunca pueden faltar. Los pañuelos de papel son una de esas cosas. A los alumnos les encanta que les demos o prestemos algo. La acción de coger el maletín y sacar algo de dentro y dárselo al alumno es visto por muchos de ellos como algo muy a valorar. También puede ser material escolar. En este caso hazles ver que se lo prestas indicándoles que para ti es algo importante, que deben responsabilizarse de este material prestado. En ese momento estarás creando un vínculo entre tú y el alumno, y podrás aprovechar para hablar con él cuando te lo devuelva.

6. Di o haz algo inusual. No, no te estoy pidiendo que hagas el payaso en clase. Para nada. De lo que se trata es de llevar a cabo algunas actuaciones que se salen de lo normal en una clase lectiva. Puede ser un gesto, un movimiento, cantar una canción, recitar un poema, cambiar el tono de voz, andar de puntillas hacia un alumno que está medio dormido…. Estas extravagancias tienen un poder tremendamente efectivo, porque descolocan al alumno y al mismo tiempo consigues arrancarle una sonrisa de complicidad. Haz de la sorpresa una de tus mejores armas para enamorar a tus alumnos.

7. Intercambia los papeles. Muchos de ustedes saben el poder de atracción que tiene la silla del profesor en el aula. Cuántas veces habremos entrado en el aula y nos habremos encontrado con que hay un alumno sentado en la silla del profesor. Pues bien, a lo largo de la sesión puede ser un excelente recurso para enamorar a tus alumnos el intercambiarse los papeles. En mi caso me gusta hacerlo cuando estamos repasando algunos conceptos de una Unidad. Lo que hago es sentarme en la silla del alumno y el alumno en la mía. Lo cierto es que se produce una situación que a los alumnos siempre les choca y les aseguro que, bien gestionada, hace que se produzca un momento de distensión en el aula.

8. Convierte a un alumno en protagonista. No hay nada que nos guste más que sentirnos especiales. Piensen en sus cumpleaños. Creo que no existe mejor manera de conectar con las personas que haciéndoles ver lo importantes que son para ti. Pues bien, les recomiendo que proyecten esta idea en sus alumnos, que hagan sentirlos especiales, que potencien sus cualidades y sus virtudes. Si así lo hacen, lograran establecer un vínculo que les beneficiará enormemente, porque la respuesta que tendrá ese alumno será de gratitud. Y la gratitud es una muy buena compañera para enseñar y para aprender.

9. Crea expectativas. Tenemos que ser capaces de vender nuestro producto. Y hacerlo de la mejor manera posible. En el mundo del marketing el mejor producto es aquel que mejor se vende, independientemente de si es mejor o peor. Así que nosotros debemos vender aquello que enseñamos mediante la creación de expectativas. La creación de expectativas son muy útiles al inicio de una sesión. Una vez que entren en el aula, lo primero que deben hacer es dar a conocer su producto, lo que enseñaran. Y hacerles ver que será algo único, especial, diferente, maravilloso, increíble. Estas expectativas serán recogidas por sus alumnos y les aseguro que la predisposición para su aprendizaje será mucho mayor.

10. Bromea. Se puede y se debe aprender jugando. Pues bien, también se puede y se debe aprender bromeando. Porque cuando bromeamos estamos enseñando a nuestros alumnos que nos podemos reír con la gente y no de la gente. Una broma dicha a tiempo es un arma tremendamente poderosa para establecer un vínculo emocional con tus alumnos. Favorece el lenguaje figurado, rebaja la tensión, crea distensión, sirve para establecer transiciones entre las diversas actuaciones en el aula.

Como pueden ver, estos trucos o consejos tienen una muy fácil realización dentro de un aula y son aplicables a todas las edades. En muchas ocasiones no somos conscientes de que las grandes clases se nutren de estas pequeñas actuaciones. Debemos reflexionar sobre cuál es nuestro papel en el aula y qué hacemos para captar la atención, para enseñar a nuestros alumnos, para seducirles con nuestras palabras y nuestros gestos, para, en definitiva, enamorarles. Esforcémonos entonces en ganarnos a nuestros alumnos, para que este enamoramiento les propicie una mejor predisposición en sus procesos de enseñanza-aprendizaje.

Santiago Moll  profesor de Secundaria y es el autor del blog 'Justifica tu respuesta'.

HIMNO. 

Hoy que sé que mi vida es un desierto,
en el que nunca nacerá una flor, 
vengo a pedirte, Cristo jardinero, 
por el desierto de mi corazón.

Para que nunca la amargura sea
en mi vida más fuerte que el amor,
pon, Señor, una fuente de alegría
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca ahoguen los fracasos 
mis ansias de seguir siempre tu voz, 
pon, Señor, una fuente de esperanza 
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca busque recompensa 
al dar mi mano o al pedir perdón, 
pon, Señor, una fuente de amor puro 
en el desierto de mi corazón.

Para que no me busque a mí cuando te busco
y no sea egoísta mi oración,
pon tu cuerpo, Señor, y tu palabra
en el desierto de mi corazón. Amén.
DOMINGO V DE CUARESMA - CICLO A  (06-04-14)

                                   I. RITO DE ENTRADA

Comenzamos la semana previa a la Semana Santa. El próximo domingo aclamaremos a Jesús con los ramos en alto.

En este quinto domingo de cuaresma, la muerte y la vida se encuentran cara a cara. Lázaro está muerto; pero Cristo asegura “Yo soy la resurrección y la vida…” y venciendo a la muerte, resucita a Lázaro. He aquí la gran propuesta de Jesús: resucitar, levantarse de la tumba de una vida sin sentido para caminar con la nueva vida que él nos ganó con su muerte y resurrección.

1. Antífona de entrada.       Sal 42, 1-2
Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa, contra gente sin piedad; sálvame del hombre traidor y malvado. Tú eres mi Dios y protector.

2. Acto penitencial
· Tú que no has sido enviado a condenarnos sino a salvarnos, Señor, ten piedad.
· Tú que has venido a buscar y salvar lo que estaba perdido, Cristo, ten piedad.
· Tú que no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, Señor, ten piedad.

3. Gloria: (No se dice el gloria).

4. Oración colecta
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                               II. LITURGIA DE LA PALABRA

& 5. 1ra. lectura: de la profecía de Ezequiel 37, 12-14

“Así dice el Señor: “Yo mismo abriré los sepulcros de ustedes, y los haré salir de ellos, pueblo mío, y los llevaré de nuevo a la tierra de Israel. Y, cuando abra sus sepulcros y los saque de ellos, pueblo mío, sabrán que yo soy el Señor. Les infundiré mi espíritu, y vivirán; los estableceré en su propia tierra y sabrán que yo, el Señor, lo digo y lo hago” Oráculo del Señor”. Palabra de Dios. R. Te  alabamos, Señor.

& 6. Salmo responsorial: 129

R. “Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa”
- Desde lo hondo a ti grito, Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. / R.
- Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. / R.
- Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora. / R.
- Porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos. / R.

& 7. 2da. Lectura: de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 8-11
“Hermanos: Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero ustedes no están sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en ustedes. Él que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, el espíritu vive por fuerza salvadora de Dios. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús dará nueva vida a sus cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en ustedes”. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.

8. Aclamación antes del Evangelio: “Yo soy la resurrección y la vida –dice el Señor-; el que cree en mí no morirá para siempre”.

& 9. Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 1-45
“En aquel tiempo, había un hombre enfermo que se llamaba Lázaro, natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana Martha. María era la que ungió al Señor con perfume y le seco los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro. Las hermanas mandaron a Jesús este mensaje: “Señor, tu amigo está enfermo”. Jesús, al oírlo, dijo: “Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”. Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro, cuando se enteró que éste se encontraba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Después dijo a sus discípulos: “Vamos otra vez a Judea”. Los discípulos le replicaron: “Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos, ¿y vas a volver allí?”. Jesús contestó: “¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si camina de noche, tropieza, porque le falta la luz”. Dicho esto añadió: “Lázaro, nuestro amigo, está dormido; voy a despertarlo”. Entonces le dijeron sus discípulos: “Señor, si duerme, se salvará”. Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural. Entonces Jesús les dijo claramente: “Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de que no hayamos estado allí, para que crean. Y ahora vamos a su casa”. Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás discípulos: “Vamos también nosotros y muramos con él”. Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá”. Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Sé que resucitará en la resurrección del último día”. Jesús le dice: “Yo soy la resurrección y la vida; él que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y él que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?”. Ella le contestó: “Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”. Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja: “El Maestro está ahí y te llama”. Apenas lo oyó, se levantó y salió adonde estaba él; porque Jesús no había entrado todavía en el pueblo, sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía de prisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí. Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano”. Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió profundamente y se estremeció. Después preguntó: “¿Dónde lo han enterrado?”. Le contestaron: “Señor, ven  verlo”. Y Jesús lloró. Los judíos comentaban: “¡Cómo lo quería!”. Pero algunos dijeron: “Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?”. Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cueva tapada con una piedra. Dijo Jesús: “Quiten la piedra”. Marta, la hermana del muerto, le dijo: “Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días”. Jesús le dijo: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?”. Entonces quitaron la piedra. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: “Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado”. Y dicho esto, gritó con voz potente: “Lázaro, sal afuera”. El muerto salió, con los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: “Desátenlo y déjenlo ir”. Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

10. Plegaria universal: A cada invocación respondemos: “Señor, vida y resurrección nuestra, escúchanos”.

                                         III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

11. Oración sobre las ofrendas
Escúchanos, Dios todopoderoso, tú que nos has iniciado en la fe cristiana, y purifícanos por la acción de este sacrificio. Por Jesucristo nuestro Señor.

 12. Antífona de comunión. Jn 11, 26
Él que está vivo y cree en mí no morirá para siempre dice el Señor.

13. Oración después de la comunión.
Te pedimos, Dios todopoderoso, que nos cuentes siempre entre los miembros de Cristo, cuyo Cuerpo y Sangre hemos comulgado. Por Jesucristo nuestro Señor.

DOMINGO IV DE CUARESMA - CICLO A  (30-03-14)

                         I. RITO DE ENTRADA

¡Qué importante es el don de la vista y qué importante es la luz para poder orientarnos en la oscuridad!

En este cuarto domingo de cuaresma, Jesús, da la vista a un ciego de nacimiento y se presenta como “la luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.

1. Antífona de entrada.       Is 66, 10-11
Festejen a Jerusalén, gocen con ella todos los que la aman, alégrense de su alegría, los que por ella llevaron luto; mamarán a sus pechos y se saciarán de sus consuelos.

2. Acto penitencial
· Tú expiaste el pecado de todos, Señor, ten piedad.
· Tú que no nos tratas como merecen nuestras culpas, Cristo, ten piedad.
· Tú que acogías a los pecadores y comías con ellos, Señor, ten piedad.

3. Gloria: (No se dice el gloria).

4. Oración colecta
Señor, que reconcilias contigo a los hombres por tu Palabra hecha carne, haz que el pueblo cristiano se apresure, con fe viva y entrega generosa, a celebrar las próximas fiestas pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                   II. LITURGIA DE LA PALABRA

& 5. 1ra. lectura: del primer libro de  Samuel 16, 1b.6-7.10-13a

“En aquellos días, el Señor dijo a Samuel: “Llena de aceite tu cuerno y ponte en camino; yo te envío, a casa de Jesé, el de Belén, porque he elegido como rey a uno de sus hijos”. Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: “Seguramente, éste es el ungido del Señor”. Pero el Señor le dijo: “No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón”. Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante Samuel; y Samuel le dijo: “Tampoco a éstos los ha elegido el Señor”. Luego preguntó a Jesé: “¿Son éstos todos tus muchachos?”. Jesé respondió: “Queda el pequeño, que precisamente está cuidando las ovejas”. Samuel dijo: “Manda a buscarlo, que no nos sentaremos a la mesa mientras no llegue”. Jesé mandó a que lo trajeran y lo hizo entrar: era rubio, de hermosos ojos y buena presencia. Entonces el Señor dijo a Samuel: “Levántate, úngelo, porque es éste”. Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. En aquel momento, invadió a David el espíritu del Señor, y permaneció con él en adelante.. Palabra de Dios. R. Te  alabamos, Señor.

& 6. Salmo responsorial: 22

R. “El Señor es mi pastor, nada me falta”
- El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. / R.
- Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. / R.
- Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. / R.
- Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. / R.

& 7. 2da. Lectura: de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5, 8-14
“Hermanos: En otro tiempo, ustedes eran tinieblas, ahora son luz en el Señor. Caminen como hijos de la luz toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz, buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien denúncienlas. Pues hasta da vergüenza mencionar las cosas que ellos hacen a escondidas. Pero al ser denunciadas salen a la luz, porque todo lo que se pone de manifiesto es luz. Por eso dice: “Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz”. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.

8. Aclamación antes del Evangelio: “Yo soy la luz del mundo –dice el Señor-; el que me sigue tendrá la luz de la vida”.

& 9. Lectura del santo evangelio según san Juan 9, 1-41
“En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: “Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?”. Jesús contestó: “Ni éste pecó ni sus padres, ha sucedido para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día, tenemos que hacer las obras del que me ha enviado; viene la noche, y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo”. Dicho esto, escupió en el suelo, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: “Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado)”. Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: “No es éste el que se sentaba a pedir?”. Unos decían: “Sí, es él mismo”. Otros decían: “No es él, pero se le parece”. Él respondía: “Soy yo”. Y le preguntaban: “¿Y cómo se te han abierto los ojos?”. Él contestó: “Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé, y empecé a ver”. Le preguntaron: “¿Dónde está él?”. Contestó: “No lo sé”. Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista. Él les contestó: “Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo”. Algunos de los fariseos comentaban: “Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado”. Otros replicaban: “¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?”. Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: “Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?”. Él contestó: “Que es un profeta”. Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron:”¿Es éste su hijo, el que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver?”. Sus padres contestaron: “Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero no sabemos cómo es que ahora puede ver, ni tampoco sabemos quién le dio la vista. Pregúntenselo a él, que es mayor y él mismo puede darles razón”. Sus padres respondieron así porque tenían miedo a los judíos; porque los judíos ya habían acordado expulsar de la sinagoga a quien reconociera que Jesús era Mesías. Por eso sus padres dijeron: “Ya es mayor, pregúntenselo a él. Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: “Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador”. Contestó él: “Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo”. Le preguntan de nuevo: “’Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?”. Les contestó: “Lo he dicho ya, y no me han hecho caso; ¿para qué quieren oírlo otra vez?; ¿también ustedes quieren hacerse discípulos suyos?”. Ellos lo insultaron y le dijeron: “Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos de dónde viene”. Replicó él: “Pues eso es lo raro: que ustedes no saben de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que da culto a Dios y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento; si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder”. Le replicaron: “Tú que naciste lleno de pecado, ¿quieres darnos lecciones a nosotros?”. Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le  dijo: “¿Crees tú en el Hijo del hombre?”. Él contestó: “¿Y quién es Señor, para que crea en él?”. Jesús le dijo: “Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es”. Él dijo: “Creo, Señor”. Y se postró de rodillas delante de él. Jesús añadió: “Para un juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven vean, y los que ven queden ciegos”. Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron: “¿También nosotros estamos ciegos?”. Jesús les contestó: “Si estuvieran ciegos, no tendrían pecado, pero como dicen que ven, su pecado persiste”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

10. Plegaria universal: A cada invocación respondemos: “Señor, limpia nuestros ojos”.

                                   III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

11. Oración sobre las ofrendas
Al ofrecerte, Señor, en la celebración gozosa de este domingo, los dones que nos traen la salvación, te rogamos nos ayudes a celebrar estos santos misterios con fe verdadera y a saber ofrecértelos por la salvación del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.

 12. Antífona de comunión. Jn 9, 11
Él Señor me untó los ojos, fui, me lavé y empecé a ver y a creer en Dios.

13. Oración después de la comunión.
Señor Dios, luz que alumbras a todo hombre que viene a este mundo, ilumina nuestro espíritu con la claridad de tu gracia, para que nuestros pensamientos sean dignos de ti y aprendamos a amarte de todo corazón. Por Jesucristo nuestro Señor.

DOMINGO III DE CUARESMA - CICLO A  (23-03-14)

                               I. RITO DE ENTRADA

Todos experimentamos en el corazón una sed profunda de vivir, de amar, de ser feliz. Y nos pasamos la vida buscando saciar esa sed.

En este tercer domingo de cuaresma, Jesús, dialogando con una mujer samaritana, se presentará como el “agua viva”, la única capaz de saciar nuestra sed de felicidad.

1. Antífona de entrada.       Sal 24, 15-16
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él saca mis pies de la red. Mírame, oh Dios, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.

2. Acto penitencial
· Porque no hemos respondido a tus llamadas, Señor, ten piedad.
· Porque nos creemos seguros de sí mismos, Cristo, ten piedad.
· Porque nuestra vida es estéril, Señor, ten piedad.

3. Gloria: (No se dice el gloria).

4. Oración colecta
Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados, mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas. Por nuestro Señor Jesucristo.

II. LITURGIA DE LA PALABRA

& 5. 1ra. lectura: del libro del Éxodo 17, 3-7

“En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés:- “¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?”. Clamó Moisés al Señor y dijo: -          “¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen”. Respondió el Señor a Moisés: - “Preséntate al pueblo llevando contigo algunos ancianos de Israel; lleva también en tu mano el bastón con que golpeaste el río, y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la roca, en Horeb; golpearás la roca, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo”. Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Masá y Meribá, por la rebelión de los hijos de Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo:- “¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?”. Palabra de Dios. R. Te  alabamos, Señor.

& 6. Salmo responsorial: 94

R. “Escucharemos tu voz, Señor”
- Vengan, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. / R.
- Entren, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. / R.
- Ojalá escuchen hoy su voz: “No endurezcan el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras”. /R.

& 7. 2da. Lectura: de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 1-2.5-8
“Hermanos: Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en la cual nos encontramos: y por él nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y esta esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. En efecto, cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza para salvarnos, Cristo murió por los pecadores en el tiempo señalado; en verdad, a duras penas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; más la prueba de que Dios nos ama es que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros”. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.

8. Aclamación antes del Evangelio: “Señor, tú eres de verdad el Salvador del mundo; dame agua viva; así no tendré más sed”.

& 9. Lectura del santo evangelio según san Juan 4, 5-42
“En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al pozo. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: - “Dame de beber”.  Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana  le dice:- “¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”. Porque los judíos no tienen trato con los samaritanos, Jesús le contestó:- “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva”. La mujer le dice:- “Señor, ni siquiera tienes con que sacar agua, y el pozo es muy hondo, ¿de dónde vas a sacar esa agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él, sus hijos y sus ganados?”. Jesús le contestó:-“El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un manantial que brota hasta la vida eterna”. La mujer le dice:- “Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla”. Él le dice:- “Anda, llama a tu marido y vuelve”. La mujer le contesta:- “No tengo marido”. Jesús le dice:- “Tienes razón, no tienes marido: has tenido ya cinco, y el que ahora tienes no es tu marido. En eso has dicho la verdad” La mujer le dice:- “Señor, veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto a Dios en este monte, pero ustedes los judíos dicen que el lugar donde se debe dar culto está Jerusalén”. Jesús le dice: - Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén darán ustedes culto al Padre. Ustedes dan culto a uno que no conocen; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque el Padre desea que le den culto así. Dios es espíritu, y los que les dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad”. La mujer le dice:- “Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos los dirá todo”. Jesús le dice:- “Soy yo, el que habla contigo”. En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer, aunque ninguno le dijo:- “¿Qué le preguntas o de que le hablas?”. La mujer entonces dejó su cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente:- “Vengan a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será éste el Mesías?”. Salieron del pueblo y se pusieron en camino adonde estaba él. Mientras tanto sus discípulos le insistían:-“Maestro, come”. Él les dijo:- “Yo tengo por comida un alimento que ustedes no conocen”. Los discípulos comentaban entre ellos:- “¿Le habrá traído alguien de comer?”. Jesús les dice:- “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra. ¿No dicen ustedes que faltan todavía cuatro meses para la cosecha? Yo les digo esto: Levanten los ojos y contemplen los campos, que están ya maduros para la cosecha; el que trabaja en la cosecha ya está recibiendo su salario y almacenando fruto para la vida eterna: de modo que el que siembra y el que cosecha se alegran. Con todo, tiene razón el proverbio: Uno siembra y otro cosecha. Yo los envié a cosechar lo que no les costó ningún trabajo. Otros fueron los que trabajaron y ustedes son los que se han beneficiado del trabajo de ellos”. En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él por el testimonio que había dado la mujer: “Me ha dicho todo lo que hice”. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron mucho más por su predicación, y decían a la mujer:- “Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

10. Plegaria universal: A cada invocación respondemos: “¡Señor, esperamos tu agua viva!”.

III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

11. Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que la celebración de esta eucaristía perdone nuestras deudas y nos ayude a perdonar a nuestros deudores. Por Jesucristo nuestro Señor.

 12. Antífona de comunión. Jn 4, 13-14
Él que bebe del agua que yo le daré –dice el Señor, el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.

13. Oración después de la comunión.
Alimentados ya en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación, te suplicamos, Señor, que se haga realidad en nuestra vida lo que hemos recibido en este sacramento. Por Jesucristo nuestro Señor.

LECTURAS DE LA SEMANA (Marzo)

Lunes 24: 2 Re 5, 1-15a; Sal 41; Lc 4, 24-30
Martes 25: Is 7,10-14; 8, 10; Sal 39; Lc 1, 26-38
Miércoles 26: Dt 4, 1.5-9; Sal 147; Mt 5, 17-19
Jueves 27: Jr 7, 23-28; Sal 94; Lc 11, 14-23
Viernes 28: Os 14, 2.10;  Sal 80; Mc 12, 28b-34
Sábado 29: Os 6, 1-6; Sal 50; Lc 18, 9-14

DOMINGO II DE CUARESMA - CICLO A  (16-03-14)

                               I. RITO DE ENTRADA

Toda la vida cristiana es una Cuaresma. Atravesar el desierto de las dificultades y tentaciones no es sencillo. La semana pasada veíamos en las tentaciones de Jesús, las pruebas a la que está sometida nuestra fe y nuestras convicciones.

En este segundo domingo de cuaresma, la liturgia nos presenta el ejemplo de Abraham y de Pablo, y nos muestra, por la transfiguración de Jesús, la meta gloriosa que espera a todos los que lo escuchan. 

1. Antífona de entrada.       Sal 90, 15-16
Me invocará y lo escucharé; lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días.  

2. Acto penitencial
· Porque no nos fiamos de tu palabra, Señor, ten piedad.
· Porque nos desalentamos en el camino de la fe, Cristo, ten piedad.
· Porque no vivimos la gran esperanza, Señor, ten piedad.

3. Gloria: (No se dice el gloria).

4. Oración colecta
Señor, Padre santo, tú que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto, alimenta nuestro espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo.  

                                          II. LITURGIA DE LA PALABRA

& 5. 1ra. lectura: del libro del Génesis 12, 1-4a

“En aquellos días, el Señor dijo a Abram:- “Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, que será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo”. Y se puso Abram en camino, como se lo había ordenado el Señor”. Palabra de Dios. R. Te  alabamos, Señor.

& 6. Salmo responsorial: 32

R. “El Señor es compasivo y misericordioso” 
- La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. / R.
- Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. / R.
- Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; que tu misericordia, Señor, Venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. / R.

& 7. 2da. Lectura: de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Timoteo 1, 8b-10
“Querido hermano: Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio”. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.

8. Aclamación antes del Evangelio: “En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre: “Éste es mi Hijo, el amado; escúchenlo”. 

& 9. Lectura del santo evangelio según san Mateo 17, 1-9

“En aquel tiempo, Jesús, tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a la montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:- “Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres carpas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:- “Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenlo”. Al oírlo, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:- “Levántense, no teman”. Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:- “No cuenten a nadie esta visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

10. Plegaria universal: A cada invocación respondemos: “Qué resplandezca tu luz ante nosotros”. 
· Por toda la Iglesia universal, para que sea el reflejo luminoso de Cristo, ante todos los hombres y mujeres del mundo. Roguemos al Señor. 
· Por todos los que viven en la oscuridad, por los que no conocen a Cristo ni su amor, por los que no encuentran un sentido a sus vidas; para que encuentren en Cristo Transfigurado, la esperanza, el aliciente y la salvación, y así sus vidas se colmen de claridad. Roguemos al Señor. 
· Por los misioneros que están entregando sus vidas en los lugares de misión, donde, a pesar de sus grandes necesidades, transmiten la luz destellante de la fe en Cristo muerto y resucitado. Roguemos al Señor. 
· Por nosotros, aquí reunidos como comunidad parroquia; para que venzamos siempre al desánimo, mirando el rostro iluminado de nuestro Señor Jesucristo, que nos anima y sostiene en nuestro caminar tras de él. Roguemos al Señor. 

                              III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

11. Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que esta oblación borre nuestros pecados, santifique los cuerpos y las almas de tus siervos y nos prepare a celebrar dignamente las fiestas pascuales. Por Jesucristo nuestro Señor.

 12. Antífona de comunión. Mt 17, 5
Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenlo.   

13. Oración después de la comunión.
Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el cuerpo glorioso de tu Hijo nos haces partícipes, ya en este mundo, de los bienes eternos de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor.

LECTURAS DE LA SEMANA (Marzo)

Lunes 17: Dn 9, 4b-10; Sal 78; Lc 6, 36-38
Martes 18: Is 1,10.16-20; Sal 49; Mt 23, 1-12
Miércoles 19: 2 Sam 7, 4-5.12-14.16; Sal 88; Rom 4, 13.16-18.22; Mt 1, 16.18-21.24
Jueves 20: Jr 17, 5-10; Sal 1; Lc 16, 19-31 
Viernes 21: Gén 37, 3-4.12-13a.17b-28;  Sal 104; Mt 21, 33-43.45-46
Sábado 22: Mi 7, 14-15.18-20; Sal 102; Lc 15, 1-3. 11-32