viernes, 28 de febrero de 2014

DOMINGO II DE CUARESMA - CICLO A  (16-03-14)

                               I. RITO DE ENTRADA

Toda la vida cristiana es una Cuaresma. Atravesar el desierto de las dificultades y tentaciones no es sencillo. La semana pasada veíamos en las tentaciones de Jesús, las pruebas a la que está sometida nuestra fe y nuestras convicciones.

En este segundo domingo de cuaresma, la liturgia nos presenta el ejemplo de Abraham y de Pablo, y nos muestra, por la transfiguración de Jesús, la meta gloriosa que espera a todos los que lo escuchan. 

1. Antífona de entrada.       Sal 90, 15-16
Me invocará y lo escucharé; lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días.  

2. Acto penitencial
· Porque no nos fiamos de tu palabra, Señor, ten piedad.
· Porque nos desalentamos en el camino de la fe, Cristo, ten piedad.
· Porque no vivimos la gran esperanza, Señor, ten piedad.

3. Gloria: (No se dice el gloria).

4. Oración colecta
Señor, Padre santo, tú que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto, alimenta nuestro espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo.  

                                          II. LITURGIA DE LA PALABRA

& 5. 1ra. lectura: del libro del Génesis 12, 1-4a

“En aquellos días, el Señor dijo a Abram:- “Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, que será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo”. Y se puso Abram en camino, como se lo había ordenado el Señor”. Palabra de Dios. R. Te  alabamos, Señor.

& 6. Salmo responsorial: 32

R. “El Señor es compasivo y misericordioso” 
- La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. / R.
- Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. / R.
- Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; que tu misericordia, Señor, Venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. / R.

& 7. 2da. Lectura: de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Timoteo 1, 8b-10
“Querido hermano: Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio”. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.

8. Aclamación antes del Evangelio: “En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre: “Éste es mi Hijo, el amado; escúchenlo”. 

& 9. Lectura del santo evangelio según san Mateo 17, 1-9

“En aquel tiempo, Jesús, tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a la montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:- “Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres carpas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:- “Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenlo”. Al oírlo, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:- “Levántense, no teman”. Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:- “No cuenten a nadie esta visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

10. Plegaria universal: A cada invocación respondemos: “Qué resplandezca tu luz ante nosotros”. 
· Por toda la Iglesia universal, para que sea el reflejo luminoso de Cristo, ante todos los hombres y mujeres del mundo. Roguemos al Señor. 
· Por todos los que viven en la oscuridad, por los que no conocen a Cristo ni su amor, por los que no encuentran un sentido a sus vidas; para que encuentren en Cristo Transfigurado, la esperanza, el aliciente y la salvación, y así sus vidas se colmen de claridad. Roguemos al Señor. 
· Por los misioneros que están entregando sus vidas en los lugares de misión, donde, a pesar de sus grandes necesidades, transmiten la luz destellante de la fe en Cristo muerto y resucitado. Roguemos al Señor. 
· Por nosotros, aquí reunidos como comunidad parroquia; para que venzamos siempre al desánimo, mirando el rostro iluminado de nuestro Señor Jesucristo, que nos anima y sostiene en nuestro caminar tras de él. Roguemos al Señor. 

                              III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

11. Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que esta oblación borre nuestros pecados, santifique los cuerpos y las almas de tus siervos y nos prepare a celebrar dignamente las fiestas pascuales. Por Jesucristo nuestro Señor.

 12. Antífona de comunión. Mt 17, 5
Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenlo.   

13. Oración después de la comunión.
Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el cuerpo glorioso de tu Hijo nos haces partícipes, ya en este mundo, de los bienes eternos de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor.

LECTURAS DE LA SEMANA (Marzo)

Lunes 17: Dn 9, 4b-10; Sal 78; Lc 6, 36-38
Martes 18: Is 1,10.16-20; Sal 49; Mt 23, 1-12
Miércoles 19: 2 Sam 7, 4-5.12-14.16; Sal 88; Rom 4, 13.16-18.22; Mt 1, 16.18-21.24
Jueves 20: Jr 17, 5-10; Sal 1; Lc 16, 19-31 
Viernes 21: Gén 37, 3-4.12-13a.17b-28;  Sal 104; Mt 21, 33-43.45-46
Sábado 22: Mi 7, 14-15.18-20; Sal 102; Lc 15, 1-3. 11-32

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