I. RITO DE ENTRADA
Con la imposición de cenizas, el miércoles pasado comenzamos el tiempo litúrgico de cuaresma. Son cinco semanas especialmente dedicadas a la conversión, la oración y el ayuno para celebrar gozosos, la Resurrección de Jesús, anticipo de nuestra propia resurrección.
En este primer domingo de cuaresma, la liturgia nos pone frente a la realidad del pecado, pero, a la vez, frente a la acción salvadora de Jesús. El color litúrgico de este tiempo es el morado y representa una gozosa austeridad. Para acentuarla, se suprimen el gloria y el aleluya, que retornarán, festivos, en la Vigilia Pascual.
1. Antífona de entrada. Sal 90, 15-16
Me invocará y lo escucharé; lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días.
2. Acto penitencial
· Porque hemos hecho de la comodidad el supremo valor de nuestra vida, Señor, ten piedad.
· Porque nos constituimos en pequeños dioses y humillamos a los demás; Cristo, ten piedad.
· Porque pretendemos manipular a Dios; Señor, ten piedad.
3. Gloria: (No se dice el gloria).
4. Oración colecta
Al celebrar un año más la santa Cuaresma, concédenos, Dios todopoderoso, avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en su plenitud. Por nuestro Señor Jesucristo.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
& 5. 1ra. lectura: del libro del Génesis 2, 7-9; 3, 1-7
“El Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y colocó en él al hombre que había formado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos a la vista y buenos para comer; además, en medio del jardín, puso también el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente era el más astuto de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: -“¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?” La mujer respondió a la serpiente: -“Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; solamente del fruto del árbol que está en medio del jardín nos ha dicho Dios: “No coman de él ni lo toquen, bajo pena de muerte”. La serpiente replicó a la mujer: “No morirán. Bien sabe Dios que cuando ustedes coman de él se les abrirán los ojos y serán como Dios en el conocimiento del bien y el mal” La mujer vio que el árbol era apetitoso, atrayente y deseable, porque daba inteligencia; tomó del fruto, comió y ofreció a su marido, el cual comieron. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se cubrieron con ellas”. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
& 6. Salmo responsorial: 50
R. “Misericordia, Señor: hemos pecado”
· Misericordia Dios mío por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa, lava del todo mi delito, limpia mi pecado. / R.
· Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces. / R.
· Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrogues lejos de tu rostro, no me quites tu Santo Espíritu. / R.
· Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. / R.
& 7. 2da. Lectura: de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 12-19
“Hermanos: Por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado entró la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Porque, antes que hubiera Ley había pecado en el mundo, el pecado no se tenía en cuenta porque no había Ley. A pesar de eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una desobediencia como la de Adán, que era figura del que había de venir. Sin embargo, el don no es como el delito: si por el delito de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, se ha desbordado sobre todos. Y tampoco hay proporción entre la gracia que Dios concede y las consecuencias del pecado de uno: el proceso, a partir de un solo delito, terminó en condenación, mientras la gracia, a partir de muchos delitos, terminó en absolución. Si por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte, cuánto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la salvación. En resumen: si el delito de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la justificación y la vida. Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos recibirán la salvación”. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.
8. Aclamación antes del Evangelio: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
& 9. Lectura del santo evangelio según san Mateo 4, 1-11
“En aquel tiempo, Jesús, fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: -“Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes”. Pero él le contestó, diciendo: -“Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en la parte más alta del templo y le dice: -“Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”. Jesús le dijo: -“También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”. Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: -“Todo esto te daré, si te postras y me adoras”. Entonces le dijo Jesús: -“Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”. Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
10. Plegaria universal: A cada invocación respondemos: “Sé tú, Señor, nuestra fortaleza en la prueba”.
· Por la Iglesia, para que cada día sea más un instrumento de perdón, misericordia y reconciliación entre los hombres y Dios. Roguemos al Señor.
· Por aquellas familias que viven en conflicto; para que sanes sus heridas y donde había dolor, rencor y amargura, gracias a tu misericordia, llegue el perdón y renazca el amor. Roguemos al Señor.
· Por todos los que hemos ofendido a Dios o al prójimo, para que en este tiempo podamos reconciliarnos y asistidos por el espíritu nos comprometamos más en la oración, en la penitencia y en la caridad. Roguemos al Señor.
· Por nosotros, aquí reunidos como comunidad parroquia; para que reconozcamos que en nuestra vida hay una sola palabra, un solo reinado y un solo Dios, Señor de todo. Roguemos al Señor.
III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
11. Oración sobre las ofrendas
Te rogamos, Señor, que nuestra vida sea conforme con las ofrendas que te presentamos y que inauguran el camino hacia la Pascua. Por Jesucristo nuestro Señor.
12. Antífona de comunión. Mt 4, 4b
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
13. Oración después de la comunión.
Después de recibir el pan del cielo que alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece el amor, te rogamos, Dios nuestro, que nos hagas sentir hambre de Cristo, pan vivo y verdadero, y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca. Por Jesucristo nuestro Señor.
LECTURAS DE LA SEMANA
Lunes 10: Lev 19, 1-2.11-18; Sal 18; Mt 25, 31-46
Martes 11: Is 55,10-11; Sal 33; Mt 6, 7-15
Miércoles 12: Jon 3, 1-10; Sal 50; Lc 11, 29-32
Jueves 13: Est 14, 1.3-5.12-14; Sal 137; Mt 7, 7-12
Viernes 14: Ez 18, 21-28; Sal 129; Mt 5, 20-26
Sábado 15: Dt 26, 16-19 Sal 118; Mt 5, 43-48
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