I. RITO DE ENTRADA
¡Cuánta inquietud nos producen nuestras ocupaciones y, sobre todo, nuestras preocupaciones, en especial las que se refieren a nuestras necesidades!
En este octavo domingo del tiempo ordinario, Jesús nos dice: “No se inquieten, no se angustien, no se desesperen, vivan los hechos de cada día, con serenidad y confianza, Dios sabe bien que necesitan”. Jesús nos anima a afrontar las luchas de la vida con confianza y seguridad. Porque nuestra confianza no es una aventura, es la lógica respuesta al amor providente de Dios.
1. Antífona de entrada. Sal 17, 19-20
El Señor fue mi apoyo: me sacó a un lugar espacioso, me libro, porque me amaba.
2. Acto penitencial
v Porque hemos hecho de la comodidad el supremo valor de la vida. Señor, ten piedad.
v Porque a veces nos constituimos en pequeños dioses y sometemos a los demás. Cristo, ten piedad.
v Porque con nuestras acciones pretendemos manipular a Dios. Señor, ten piedad.
3. Gloria: Vamos a alabar, bendecir, glorificar y dar gracias a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, entonando el himno del Gloria.
4. Oración colecta
Concédenos tu ayuda, Señor, para que el mundo progrese, según tus designios, gocen las naciones de una paz estable y tu Iglesia se alegre de poder servirte con una entrega confiada y pacífica. Por nuestro Señor Jesucristo.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
& 5. 1ra. lectura: del libro de Isaías 49, 14-15
“Sión decía: Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado. ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré”. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
& 6. Salmo responsorial: 61
R. “Descansa sólo en Dios, alma mía”
- Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación; sólo él es mi roca y mi salvación; mi alcázar: no vacilaré. / R.
- Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; sólo él es mi roca y mi salvación; mi alcázar: no vacilaré. / R.
- De Dios viene mi salvación y mi gloria, él es mi roca firme, Dios es mi refugio. Pueblo suyo, confíen en él, desahoguen ante él su corazón. / R.
& 7. 2da. Lectura: de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 4, 1-5
“Hermanos: Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidan cuentas ustedes o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios”. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.
8. Aclamación antes del Evangelio: Aleluya, aleluya. “La palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón”. R. Aleluya.
& 9. Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 24-34
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - “Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No pueden servir a Dios y al dinero. Por eso les digo: No estén agobiados por la vida, pensando que van a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Miren a los pájaros: ni siembran, ni cosechan, ni almacenan y, sin embargo, su Padre celestial los alimenta. ¿No valen ustedes más que ellos? ¿Quién de ustedes, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué se agobian por el vestido? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y les digo que ni Salomón, en todo su esplendor, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? No anden agobiados, pensando que van a comer, o que van a beber, o con qué se van a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe su Padre del cielo que tienen necesidad de todo eso. Sobre todo busquen el reino de Dios y su justicia; lo demás se les dará por añadidura. Por tanto, no se agobien por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus problemas”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
10. Plegaria universal: A cada invocación respondemos: “¡Padre amado, escúchanos!”.
1. Por el papa Francisco; para que lo colmes de bendiciones y lo protejas en todo momento y así pueda cumplir con la misión que le has encomendado. Roguemos al Señor.
2. Por la Iglesia; para que los cristianos tengamos muy presente el objetivo de nuestra vida “buscar el reino de Dios y su justicia divina”. Roguemos al Señor.
3. Por todos los hermanos que en el mundo viven sin esperanza ni fe; para que descubran cada día tú amor que abraza, cuida, protege, y se abriguen a tu amparo. Roguemos al Señor.
4. Por quienes viven demasiado apegados a los bienes de la tierra; para que sepan poner su confianza en el Dios providente, que alimenta las aves del campo y sabe qué necesitamos cada día. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros aquí reunidos como comunidad parroquial; para que sintamos, con san Pablo, los mismos sentimientos de Jesucristo y reuniéndonos cada domingo en la celebración eucarística, encontremos en ella la fuerza moral de la coherencia cristiana. Roguemos al Señor.
III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
11. Oración sobre las ofrendas
Señor, Dios nuestro, tú mismo nos das lo que hemos de ofrecerte y miras esta ofrenda como un gesto de nuestro devoto servicio; confiadamente suplicamos que lo que nos otorgas para que redunde en mérito nuestro nos ayude también a alcanzar los premios eternos. Por Jesucristo nuestro Señor.
12. Antífona de comunión. Sal 12, 6
Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, entonaré himnos al Dios Altísimo.
13. Oración después de la comunión.
Alimentados con los dones de la salvación, te pedimos, Padre de misericordia, que por este sacramento con que ahora nos fortaleces nos hagas un día ser partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
LECTURAS DE LA SEMANA
Lunes 03: 1 Pe 1, 3-9; Sal 110; Mc 10, 17-27
Martes 04: 1 Pe 1,10-16; Sal 97; Mc 10, 28-31
Miércoles 05: Jl 2, 12-18; Sal 50; 2 Co 5, 20-6,2; Mt 6, 1-6.16-18
Jueves 06: Dt 30, 15-20; Sal 1; Lc 9, 2-25
Viernes 07: Is 58, 1-9a; Sal 50; Mt 9, 14-15
Sábado 08: Is 58, 9b-14 Sal 85; Lc 5, 27-32
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