Para comenzar a entender
este fenómeno, es importante recordar que la Iglesia no es primordialmente una
institución o una asociación de individuos, sino fundamentalmente una comunión
con Cristo, establecida por Él, la cual existe a través de los lazos sagrados
de los sacramentos, y que es manifestada en ciertas formas concretas.
Por lo tanto, la
actividad de la Iglesia, y especialmente su liturgia sagrada, es una expresión
de esa comunión y de la herencia que ella ha recibido del Señor. Aunque recientemente
se ha demostrado ampliamente la dimensión humana de la liturgia, y de las
muchas maneras en que puede ser adaptada a diferentes circunstancias concretas,
todavía queda, en esencia, un símbolo de esa comunión, algo compartido por
fieles a través del mundo. Como tal, no es la propiedad de un individuo,
sacerdote, o comunidad local, sino que le pertenece a toda la Iglesia. Cambiar
esos elementos de la liturgia, que expresan su carácter universal, sería aislar
a la comunidad local de la amplia comunión de la Iglesia Católica, convirtiendo
la adoración a Dios en un acto individualista y arbitrario.
La Iglesia provee pues
ciertas guías y regulaciones para expresar el carácter universal de la
adoración “católica”, enseñando que la esencia de su oración pública es
compartida a través del mundo, y recibida como parte de la tradición dinámica
que se extiende hacia las mismas acciones de Cristo; mientras que, al mismo
tiempo, proporciona la flexibilidad suficiente de "sentirse en casa"
en contextos particulares en todo el mundo.
Las regulaciones de la
liturgia deben ser entendidas, entonces, con ese espíritu, no simplemente como
reglas a seguir, sino como expresiones de la unidad de la Iglesia, a través del
mundo, en su adoración común a Cristo.
I. ¿QUÉ ES LA LITURGIA?
“La liturgia es la
acción sagrada a través de la cual, con un rito, en la Iglesia y mediante la
Iglesia se ejerce y continúa la obra sacerdotal de Cristo, es decir, la
santificación de los hombres y la glorificación de Dios”.
(Constitución
Sacrosanctum Concilium. SC)
Entendamos ahora esta
definición, analizándola detenidamente en cada una de sus partes:
1. “La
liturgia es acción sagrada”. El pueblo toma parte en la obra de Dios. Al decir acción estamos
diciendo que la liturgia está íntimamente unida a la historia de la salvación,
a la vida. A través de la liturgia, se actualiza y continúa la historia de la
salvación, que tiene su culminación en Jesucristo. Por eso es acción sagrada,
porque es obra de Jesucristo a favor de nosotros. Él continúa a través
de la liturgia (Sacramento) su obra redentora.
2. "A
través de la cual con un rito". La liturgia es un medio, que Jesucristo emplea
para nuestra santificación actual. Por la liturgia, llegan a nosotros los
frutos de la Pascua, pero llegan a través de ritos y signos, de palabras y
acciones, que gracias al Espíritu Santo y a la fe de la comunidad se convierten
en sacramentos de salvación. Los sacramentos son el centro de la liturgia y por
ello continúa Jesucristo ejerciendo su sacerdocio.
3. "En
la Iglesia y mediante la Iglesia". Toda acción litúrgica por ser
"Cristocéntrica" es también" Eclesial". Pues Jesucristo hoy
está siempre unido a su Iglesia (Somos su cuerpo, Él es la cabeza).
4. "Se
ejerce y se continúa la obra sacerdotal de Cristo". Jesucristo es el único
sacerdote de la nueva alianza, Él es, desde su encarnación el mediador que une
a Dios con los hombres y a los hombres con Dios. Jesucristo ejerció su
sacerdocio ofreciéndose amorosamente a su Padre. Toda la vida de Jesucristo es
sacerdotal, es decir, estuvo orientada a hacer la voluntad de Dios. Ese
sacerdocio llega a su plenitud en su muerte y resurrección. En la liturgia se
continúa esa obra sacerdotal de Jesucristo (SC 7).
5. "La
santificación de los hombres y la glorificación de Dios". Ese trabajo sacerdotal
de Jesucristo es a la vez santificación de los hombres y glorificación de Dios.
Podríamos afirmar que la glorificación de Dios se hace mediante la
santificación de los hombres. En la medida en que nos santificamos, haciendo en
nuestras vidas la voluntad de Dios, estamos glorificando a ese mismo Dios que
es "fuente de toda santidad".
La finalidad de la
liturgia es, por lo tanto, la glorificación de Dios y la santificación de los
hombres. Glorificar al Padre y santificar al hombre, fue lo que hizo Jesucristo
durante toda su vida, y esto aparece, más claramente, con su muerte y
resurrección. "Yo te he glorificado en la tierra llevando a cabo la obra que me
encomendaste realizar” (Jn 17,4). “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10).
1.1 ¿QUÉ CELEBRAMOS?
La liturgia tiene como
centro la celebración del Misterio de Jesucristo Salvador, muerto y resucitado (Pascua).
En la liturgia se
celebra, se vive, se hace actual y presente el Misterio Pascual, es decir la
salvación del hombre que se hace realidad en la muerte y resurrección de
Jesucristo.
“Desde entonces la Iglesia
nunca ha dejado de reunirse para celebrar el Misterio pascual” (SC 6).
En la liturgia se
continúa el Misterio pascual, se realiza y se nos ofrece ahora la salvación. La
liturgia no sólo “recuerda” (mímesis) a Jesucristo y su acción salvadora, sino
que actualiza,
hace presente de una manera eficaz, la salvación (anámnesis).
Esto se hace gracias a
la liturgia, que “con razón se considera como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo” (SC 7).
En la liturgia es el
mismo Jesucristo resucitado el que actúa, es Él quien bautiza, quien perdona,
el que alimenta a la comunidad en la Eucaristía con su Cuerpo y con su Sangre.
Los frutos de salvación
que Jesucristo “ganó” para nosotros mediante su nacimiento, su vida de amor y
de servicio, su pasión, muerte y su gloriosa resurrección, llegan hasta
nosotros a través de
los sacramentos,
en torno a los cuales gira toda la vida litúrgica (cf. SC 6).
1.2 ¿PORQUÉ CELEBRAMOS?
“La sagrada liturgia
no agota toda la acción de la Iglesia: debe ser precedida por la evangelización,
la fe y la conversión; sólo así puede dar sus frutos en la vida de los fieles” (Catecismo. CEC 1072)
La liturgia como lo
muestra la estructura del Catecismo de la Iglesia Católica es el segundo
momento después de la profesión de fe.
1.3 ¿PARA QUÉ CELEBRAMOS?
La liturgia tiene como
finalidad la glorificación de Dios y la santificación del hombre. Glorificar al
Padre y santificar al hombre fue lo que hizo Jesucristo durante toda su vida.
La liturgia es continuación de la obra de Jesucristo y es, a la vez, alabanza a
Dios y santificación del hombre.
De su finalidad primera
se entiende la importancia de la gratuidad, de confesar la grandeza de Dios, el
reconocer el amor de Dios que se manifiesta en tantas maneras, pero
primordialmente, en Jesucristo, nuestro salvador.
La liturgia es
igualmente santificación del hombre. Ella es: “La fuente primaria y necesaria en la que
han de beber los fieles el espíritu verdaderamente cristiano” (SC 14)
“De la liturgia, sobre
todo de la Eucaristía. Se obtiene con máxima eficacia aquella santificación de
los hombres en cristo u aquella glorificación de Dios, a la cual las demás
obras de la Iglesia tienden como a su fin” (SC 59)
Glorificación y
santificación deben estar estrechamente unidas, pues la mejor manera de glorificar
a Dios es nuestra propia santificación. No podemos dar verdadera gloria a Dios,
si no aceptamos en nuestra vida su gracia; al abrirnos a su acción salvadora lo
estamos glorificando. Crecer en santidades alabar en nuestra vida al Señor,
fuente de toda santidad.
1.4 ¿QUIÉNES CELEBRAMOS?
1. Jesucristo
2. Espíritu Santo
3. Iglesia
4. Asamblea
“Por Cristo, con Él y en Él a ti, Dios Padre
omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo todo honor y toda gloria por los
siglos de los siglos”.
En la liturgia Cristo es
el centro, el protagonista absoluto, al igual que lo es en el misterio de la
salvación cristiana. Cristo vive ya como resucitado y con plenitud celestial, y
Él es el único sumo sacerdote del santuario verdadero que celebra sin cesar la
liturgia del cielo (CEC 1187).
Tras haber concluido
históricamente la obra de la redención, Cristo después de su gloriosa ascensión
continúa realizando la salvación, sobre todo, en la liturgia.
El Señor por medio de
los sacramentos sigue actuando en su cuerpo que es la Iglesia.
“La liturgia es el
medio privilegiado por el cual se actualiza y se hace presente para nosotros,
el misterio pascual. El encuentro con Cristo vivo se da en la sagrada liturgia,
gracias a la acción del Espíritu Santo, que hace posible que el ayer
histórico fundamental e irrepetible, se haga presente sacramentalmente con su
eficacia salvadora y nos proyecte hacia lo definitivo, hacia la Parusía y lo
escatológico” (Memorial)
Presencia
de Cristo Resucitado en la liturgia:
- En la Asamblea
- En la persona del Ministro
- En su Palabra
- En las especies consagradas
- En los pobres
SC 7: “Para realizar una
obra tan grande, Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la
acción litúrgica. Está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona
del ministro, "ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el
mismo que entonces se ofreció en la cruz", sea sobre todo bajo las
especies eucarísticas. Está presente con su fuerza en los Sacramentos, de modo
que, cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza. Está presente en su
palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es El quien
habla. Está presente, por último, cuando la Iglesia suplica y canta salmos, el
mismo que prometió: "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí
estoy Yo en medio de ellos" (Mt., 18,20). Realmente, en esta obra tan
grande por la que Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados,
Cristo asocia siempre consigo a su amadísima Esposa la Iglesia, que invoca a su
Señor y por El tributa culto al Padre Eterno.
Con razón, pues, se
considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella
los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la
santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la
Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro. En consecuencia, toda
celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es
la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo
título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia”.
2. Espíritu
Santo
“A través de las
palabras, las acciones y símbolos que constituyen la trama de una celebración,
el Espíritu Santo pone a los fieles y a los ministros en relación viva con
Cristo, Palabra e imagen del Padre, a fin de que puedan hacer pasar a su vida
el sentido de lo que oyen, contemplan y realizan en la celebración” (CEC 1101)
El misterio pascual de
Jesucristo es fruto del Espíritu Santo. Él es quien lo actualiza. Él hace
surgir el sacerdocio en la Iglesia vivificándola. En toda acción litúrgica se
invoca al Espíritu Santo (epíclesis) para que se haga presente Cristo. Los
cristianos vivificados por el Espíritu de Dios se convierten en templos vivos
de Él.
El Espíritu revela quién
es Jesús y nos lleva a Dios Padre, manifestándonos que somos sus hijos. (1 Co.
12, 3) (Rm. 8, 15)
3. Iglesia
“Es toda la comunidad,
el Cuerpo de Cristo unido a su cabeza, quien celebra.” (CEC 1140)
La liturgia, ejercicio
del sacerdocio de Cristo, se hace visible en la Iglesia y por medio de la
Iglesia, cuerpo, esposa y sacramento del Verbo encarnado (cf. LG 7-8) La
liturgia es una especial epifanía de la Iglesia: expresión y realización
de su misterio de comunión y salvación. Es en las celebraciones litúrgicas, que
no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia (SC 26), donde con
mayor claridad y eficacia aparece la Iglesia como Sacramento -signo e
instrumento- de la unión íntima con Dios y de la unidad de todos los hombres.
En las acciones
litúrgicas de la Iglesia se prolonga la función sacerdotal de Cristo.
El sujeto integral de la
acción litúrgica es siempre toda la Iglesia sin distinción, es decir, en cuanto
compuesta de cabeza y de miembros. Si hay diferencia de relaciones entre cada
miembro y la liturgia, tal diferencia no viene dada por el “sacerdocio” de unos
y el “no sacerdocio” de otros, sino por la diversa posición (“estado”) que
pueden tener dentro del mismo sacerdocio.
4. Asamblea
“Desde entonces, la
Iglesia nunca ha dejado de reunirse para celebrar el Misterio Pascual.” (SC 6)
El sujeto propio de la
oración litúrgica no es el “yo” sino el “nosotros” de la Iglesia entera
que se hace presente en la asamblea litúrgica y que reúne a muchos sujetos en
una oración común (“bendigamos, oremos, etc”.)
Toda ella es “liturgo”, cada cual según su
función. Todos participan según su grado de responsabilidad y de ejercicio de
la misión eclesial por el sacerdocio bautismal.
1.5. ¿CÓMO CELEBRAMOS?
Signo: Es lo que hace
referencia a una cosa mayor de la cual ha sido extraído, es tomar algo de una
realidad para representarla. Ejm: el Cirio Pascual (señala a Cristo resucitado
y la vida nueva que de Él recibimos).
Símbolo: Es un elemento sensible
que remite a una realidad de otro orden. El símbolo no emplea el lenguaje
corriente, sino un lenguaje figurado. Por ejemplo: La Luz simboliza al mismo
Cristo quien dice de sí: “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12).
1.6 ¿CUÁNDO CELEBRAMOS?
A lo largo del año
litúrgico cristiano.
Año
Litúrgico: es
la estructura temporal en la que la Iglesia celebra todo el misterio de Cristo:
"desde la
Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, al día de Pentecostés, y a la
expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor". En el año litúrgico la
celebración del misterio pascual tiene la máxima importancia en el culto
cristiano y se explicita a lo largo de los días, las semanas y en el curso de
todo el año.
1.7 ¿DÓNDE CELEBRAMOS?
En el lugar sagrado o un
lugar digno que sea en verdad casa de la asamblea y casa de oración para el
encuentro con Dios.
TALLER:
1.
Antes del estudio de este material, ¿Qué entendías por Liturgia?
2.
De los puntos tratados en el instructivo, ¿Cuál no conocías?
3.
Enumera los modos de presencia de Cristo en la Liturgia según el numeral
7 de la Constitución Sacrosanctum Concilium (son cuatro).
4.
¿Qué es el año litúrgico?
5.
¿Quiénes celebran la liturgia? Explica uno de ellos.
6.
¿Es la liturgia un capricho de la Iglesia? ¿Qué sentido tiene?
7.
¿Cuál es la mejor manera de glorificar a Dios?
8.
¿Las celebraciones litúrgicas son acciones privadas? Responde SI o NO
9.
¿Cuál es el término con que se conoce la invocación al Espíritu Santo?
10. En la liturgia se hace
¿mímesis o anámnesis?
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