viernes, 13 de octubre de 2017

6. ¿Como celebramos?

¿CÓMO CELEBRAMOS?

La Iglesia celebra a través de:


1. Signos y símbolos: La celebración litúrgica está llena de ellos. Dios se comunica con el hombre a través de la creación visible. La liturgia de la Iglesia presupone, integra y santifica elementos de la creación y de la cultura humana. No son sólo signos cosmológicos, sino signos de la Alianza (circuncisión, unción, consagración, imposición de manos, etc.), que luego son asumidos por Cristo, y que, desde Pentecostés, el Espíritu Santo santifica a través de ellos.

La liturgia comprende signos y símbolos que se refieren a la creación (luz, agua, fuego), a la vida humana (lavar, ungir, partir el pan) y a la historia de la salvación (los ritos de la pascua).

¿Qué es un signo?: Es algo que desvela, esconde, muestra y remite a otra realidad. Ej: la Cruz.

¿Qué es un símbolo? Es una expresión por un medio sensible de algo inmaterial. Ej: agua, luz, aceite.

2. Gestos, Palabras y acciones: La celebración sacramental es un encuentro de los hijos de Dios con su Padre, en Cristo y en el Espíritu Santo, y este encuentro se expresa como un diálogo a través de acciones y de palabras. La Palabra y la acción litúrgica son indisociables en cuanto realizan lo que significan.

La Palabra se da en:
·      Las lecturas proclamadas, la homilía y las moniciones

La Palabra de recibe en:
·      El silencio: No se trata del silencio de la asamblea que escucha o mira mientras se proclama una lectura o se desarrolla una acción sino del silencio que es también un signo, una forma de participación; forma difícil y muy poco entendida y practicada (SC 30).
·      El canto interleccional: Esta parte de la liturgia de la Palabra, según las distintas celebraciones y forma de realizar el canto, se puede llamar Salmo responsorial o Gradual, Aleluya y verso que precede al Evangelio, Secuencia, Responsorio. La respuesta a la Palabra se da en:
·      La oración universal: Toda palabra, al ser recibida, produce algo en quien la recibe, da una realidad nueva, provoca una respuesta, despierta un eco. En la celebración de la Palabra hay también una parte que expresa esa respuesta. Esta parte se llama Oración universal o de los fieles.

Sabemos que el hombre es un compuesto de interioridad y exterioridad. Nos comunicamos con los demás por medio del cuerpo. Un gesto precede, acompaña, subraya y prolonga la palabra (posturas de pie, de rodillas, sentados, caminar, etc.)

3. Canto y música: Animar es comunicar vida, es comunicar soplo de alegría y de entusiasmo. Sin lugar a dudas la asamblea necesita de animadores para revitalizarse. Deben poner en movimiento el alma de la asamblea. Para su uso debe obedecer a tres criterios:
·      El carácter sagrado de la celebración: la pieza musical… ¿sirve a la liturgia cómo debe?
·      La belleza expresiva de la oración: la música… ¿Es una pieza de calidad, con profundidad?
·      La participación unánime de la asamblea: … ¿sirve a la asamblea en este preciso momento?

4. Las imágenes sagradas. Están destinadas a despertar y alimentar nuestra fe en el misterio de Cristo. A través del icono de Cristo y de sus obras de salvación, es a Él a quien adoramos. A través de las sagradas imágenes de la santísima Madre de Dios, de los ángeles y de los santos, veneramos a quienes en ellas son representados.

Que nos enseña el Catecismo para Jóvenes (YOUCAT)

179. ¿Quién celebra la liturgia?
Es el mismo Cristo, el Señor, quien celebra en todas las liturgias terrenas la liturgia celestial, que abarca a ángeles y hombres, a vivos y difuntos, pasado, presente y futuro, cielo y tierra. Los Presbíteros y los fieles participan en la celebración litúrgica de Cristo de diferente manera. [Catecismo, CEC 1136-1139]

En las celebraciones litúrgicas debemos prepararnos interiormente para la grandeza de lo que allí sucede. Aquí y ahora está presente Cristo, y con el todo el cielo. Allí están todos llenos de una alegra indecible y al mismo tiempo de amorosa preocupación por nosotros. El último libro de la Sagrada Escritura, el Apocalipsis, nos describe en imágenes misteriosas esta liturgia celestial, a la que unimos nuestra voz aquí en la tierra.

180. ¿Por qué traducimos liturgia como culto divino?

El culto o servicio divino es ante todo el servicio que Dios nos hace a nosotros, y solo en segundo lugar nuestro servicio a Dios. Dios se nos da bajo signos sagrados, para que nosotros hagamos lo mismo: entregarnos sin reserva a él. [CEC 1145-1192]

Jesús está ahí, en la Palabra y el Sacramento; Dios está presente. Esto es lo primero y lo más importante en toda celebración litúrgica. En segundo lugar estamos nosotros. Jesús entrega su vida por nosotros, para que nosotros le ofrezcamos el sacrificio espiritual de nuestras vidas. En la Eucaristía Cristo se nos da, para que nos demos a él. Por así decir, extendemos a Cristo un cheque en blanco sobre nuestra vida. De este modo participamos en el sacrificio salvador y transformador de Cristo. Nuestra pequeña vida es elevada al reino de Dios. Dios puede vivir su vida en nuestra vida.

181. ¿Por qué en las celebraciones litúrgicas hay tantos signos y símbolos?

Dios sabe que los hombres no solo somos seres espirituales, sino también corporales; necesitamos signos y símbolos para reconocer y designar las realidades espirituales o interiores. [CEC 1145-1152]

Da igual que sean rosas rojas, anillo nupcial, vestidos negros, grafitis o el lazo de la lucha contra el sida, siempre expresamos las realidades interiores mediante signos y también nos entendemos así de modo inmediato. El Dios hecho hombre nos da signos humanos, bajo los cuales Él vive y actúa entre nosotros: pan y vino, el agua del Bautismo, la unción con el Espíritu Santo. Nuestra respuesta a los signos sagrados de Dios, instituidos por Cristo, consiste en muestras de reverencia: doblar la rodilla, ponerse en pie para escuchar el Evangelio, inclinarse, juntar las manos. Y como hacemos para una boda, adornamos el lugar de la presencia divina con lo más hermoso que tenemos: con flores, velas y música. No obstante, los signos necesitan en ocasiones palabras que los interpreten.

182. ¿Por qué los signos sagrados de la liturgia necesitan además palabras?

Celebrar la liturgia supone encontrarse con Dios: dejar que el actúe, escucharle, responderle. Estos diálogos se expresan siempre en gestos y palabras. [CEC 1153-1155, 1190]

Jesús hablo a los hombres mediante signos y palabras. Así sucede también en la Iglesia, cuando el sacerdote presenta los dones y dice: «Esto es mi cuerpo,... esta es mi sangre». Solo esta palabra interpretativa de Jesús hace que los signos se conviertan en sacramentos: signos que realizan lo que significan.
183. ¿Por qué se interpreta música en las celebraciones y cómo debe ser la música para adecuarse a la liturgia?

Donde las palabras no son suficientes para alabar a Dios, la música acude en nuestra ayuda. [CEC 1156-1158,1191]

Cuando nos dirigimos a Dios siempre hay algo inefable y algo que no expresamos. Ahí puede ayudarnos la música. En el júbilo, el lenguaje se convierte en canto, por eso los ángeles cantan. La música, en las celebraciones litúrgicas, debe hacer más hermosa e íntima la oración, debe tocar con hondura el corazón de todos los presentes, elevar hacia Dios y preparar una fiesta de tonalidades para Él.

INSTRUCCIÓN:
Efectuar en primer lugar, una lectura total del texto, en grupos de por lo menos dos personas.
Que se reúnan todos los grupos en el salón con pizarra y plumón.
En la reunión, un lector lee la pregunta en voz alta, y el grupo responde ordenadamente.
El coordinador, delegado o moderador irá anotando en la pizarra las ideas expresadas por el grupo, finalmente las resumirá y definirá con el grupo las soluciones más adecuadas.

TALLER:
1. Enumerar los medios a través de los cuales la Iglesia celebra.
·      A modo de diagnóstico parroquial, con absoluta sinceridad, indicar con números del 1 al 5, el grado de vivencia y fidelidad litúrgica de cada uno de estos medios.
1: Bajo / 2: Medio-bajo / 3: Medio / 4: Medio-alto / 5: Alto
2. A partir de la lectura y reflexión de los numerales del Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) responder, como Equipo de Animación Litúrgica (no copiar el resumen del Catecismo de los Jóvenes):
a) ¿Quién celebra la liturgia?
b) ¿Por qué traducimos liturgia como “culto divino”?
c) ¿Por qué en las celebraciones hay tantos signos y símbolos?
d) ¿Por qué los signos sagrados de la liturgia necesitan además palabras?

e) ¿Por qué se interpreta música en las celebraciones y cómo debe ser esta para adecuarse a la liturgia?

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