MONICIÓN DE ENTRADA:
Hermanos, buenos días: Todo cristiano está llamado
a reflejar en el mundo la bondad de Dios, los valores del evangelio. Pero
algunos hermanos son invitados por el Señor a realizar una espacial
consagración de su vida al servicio de los hombres.
Este quinto domingo del tiempo ordinario, presenta en las tres lecturas ese especial llamado de Dios. Veremos la vocación del profeta Isaías; la vocación de san Pablo y el llamado a los primeros discípulos. ¿Habrá entre nosotros quienes están llamados a esta especial consagración?
Y con la alegría de haber sido convocados a celebrar el día del Señor. Nos ponemos de pie y uniendo nuestros corazones y nuestras voces iniciamos la celebración eucarística cantando: ………………………………..
ACTO PENITENCIAL Si el sacerdote invita a rezar el Yo pecador; el coro entona después el canto de Ten Piedad; Sino no es así, después de cada intención que lee el monitor, el coro canta, ten piedad)
· Tú nos
llamas a dar testimonio de ti; Señor,
ten piedad.
· Tú nos
llamas para que te sigamos más de cerca; Cristo,
ten piedad.
· Tú nos
llamas para que seamos santos; Señor,
ten piedad.
GLORIA:
M: Con alegría, fe,
esperanza y sobre todo con amor, glorifiquemos a la Santísima Trinidad: Dios Padre Hijo y Espíritu Santo.
Entonando juntos el Himno del Gloria.
LITURGIA DE LA PALABRA
ENTRONIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS:
M: Permaneciendo de pie, con actitud humilde nos
disponemos para escuchar y acoger en nuestro corazón el mensaje que Dios nos
quiere transmitir a través de su Palabra. Acogemos la Palabra de Dios invocando
la presencia del Espíritu Santo, cantando: ………………………………………
& Lectura del libro del profeta Isaías 6, 1-2a.3-8
M: En la
primera lectura, Isaías nos cuenta cómo surgió su vocación a raíz del llamado
de Dios, para hacerlo profeta. Escuchemos.
& Salmo Responsorial: Sal 137:
M: En respuesta al llamado, el
salmo 137 da gracias y alaba al Señor. Participamos de esta oración, aclamando:
“Delante de los
ángeles tañaré para ti, Señor”
& Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 1-11
M: En la
segunda lectura, San Pablo comenta que la gracia de Dios lo ha elegido a pesar
de haber sido perseguidor de los cristianos. Escuchemos.
& Lectura del santo Evangelio según san Lucas
5,1-11
M: Pedro aprendió a confiar y
hacer la voluntad de Dios en medio de experiencias de “redes vacías”. Aprendió
una nueva y fecunda manera de ser pescador.
Aclamación del Santo Evangelio: (El monitor invita a ponerse de pie para acoger la proclamación del Santo Evangelio cantando aleluya)
Aleluya, aleluya. “Vengan en pos de mí –dice el Señor-, y los haré pescadores de hombres”. R. Aleluya.
HOMILIA: (sacerdote)
CREDO: (sacerdote) Nos ponemos de pie para profesar nuestra fe rezando el Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES: A cada invocación respondemos: Habla, Señor, que tu siervo escucha.
· Por la Iglesia; para que sea siempre fiel a la
respuesta de tu llamado y también acoja a todos los que sienten tu voz tocando
sus corazones. Oremos.
· Por las vocaciones sacerdotales, religiosas y
laicales; para que muchos jóvenes den un sí valiente y comprometido para
seguirte. Oremos.
· Por los llamados a gobernar y dirigir la sociedad,
para que lo hagan con alegre dedicación y honestidad. Oremos.
· Por quienes examinan la posibilidad de consagrarse
a Dios; para que, se dejen guiar por el Espíritu Santo y así encuentren su
camino. Oremos.
· Por los enfermos, para que sientan que también
ellos están llamados a dar testimonio de Cristo desde su situación y esto les
haga sobrellevar con más ánimo y fortaleza su enfermedad mientras se recuperan.
Oremos.
· Por nosotros aquí reunidos en torno al Altar del Señor, para que no tengamos miedo de decir sí al Señor que siempre nos llama. Él nos da una misión y la fuerza para cumplirla. Oremos.
LITURGIA EUCARÍSTICA
COLECTA:
M: Jesús, nos invita acercarnos al altar para poner en
sus manos nuestra vida y la vida de nuestra familia, así como nuestro aporte
económico voluntario para la vida pastoral de nuestra parroquia; pero, antes
recemos juntos la oración de colecta.
Recibe Señor mi ofrenda,
no es una limosna porque no eres un mendigo, no es un aporte porque no lo
necesitas, no es el resto que me sobra que te ofrezco, este monto representa
Señor, mi reconocimiento, mi amor, pues si lo tengo, es porque tú me lo diste.
Amén.
Acompañamos la colecta cantando: ……………………..……………….
OFRENDAS:
M: La bondad de
Dios puso a nuestra disposición todos los bienes de la tierra. Agradecidos,
presentemos al Señor el propósito de reavivar nuestra vocación cristiana que
nos llama a ser testigos de Jesús
(Si hubiese ofrendas)
-
Cirios: Simbolizan la luz de Cristo, el nacimiento de
una nueva vida.
-
Hostias y Vino: Representan el milagro de nuestra fe, que
serán transformados en el Cuerpo y en la sangre de Cristo.
-
Pan y Uvas: Simbolizan el fruto del trabajo del hombre y
la fortaleza del corazón para anunciar la Palabra.
-
Flores: Expresión de gratitud, ternura, dulzura y amor hacia a María.
Acompañamos la
presentación y preparación de ofrendas cantando: ………………….................
SANTO: ……………………………………………………………
PAZ- CORDERO: …………………………………………………
COMUNIÓN:
M: Hermanos: La eucaristía es un signo permanente de
la entrega de Jesús que nos amó hasta el extremo. Ella nos da fuerza para
responderle con alegre generosidad. Con alegría, acerquémonos a recibir el Pan
de Vida. Acompañamos la comunión cantando:
……………………………
ACCIÓN DE GRACIAS:
M:
Después de la comunión el coro puede entonar una canción
de acción de gracias o se puede rezar la oración Alma de Cristo.
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
AVISOS COMUNITARIOS: (Se anuncian si los hay)
LEMA DIOCESANO 2025: Antes de despedirnos, vamos a corear nuestro lema diocesano: “Peregrinos de esperanza, testigos de la fe”
DESPEDIDA:
M: Hermanos: Con
el gozo de sentirnos todos llamados por el Señor a vivir el evangelio en la
vocación propia de cada uno, regresemos pues a nuestras comunidades zonales
y hogares a vivir con generosidad ese llamado del Señor. Nos
despedimos cantando…………………….
HOJA DE LECTURAS
& Lectura: del libro de Isaías 6, 1-2a.3-8
“El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla su manto llenaba el templo. Junto a él estaban los serafines, y se gritaban uno a otro diciendo: “¡Santo, santo, santo es el Señor del universo, llena está la tierra de su gloria!” Temblaban las jambas y los umbrales al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo. Yo dije: “¿Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de gente de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor del universo”. Uno de los seres de fuego voló hacia mí con un ascua en la mano, que había tomado del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: “Al tocar esto tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado”. Entonces, escuché la voz del Señor, que decía: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá por mí?” Contesté: “Aquí estoy, envíame”. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
& Salmo responsorial: Sal 137
R. “Delante de los ángeles tañaré para ti, Señor”
· Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste las palabras de mi boca; delante de los ángeles tañaré para ti; me postraré hacia tu santuario. / R.
· Daré
gracias a tu nombre, por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera
tu fama. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. / R.
· Que
te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de tu
boca; canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande. / R.
· Tu
derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu
misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. / R.
& Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 1-11
“Les recuerdo, hermanos, el Evangelio que les anuncié y que ustedes aceptaron, en el que además están fundados, y que los está salvando, si se mantienen en la palabra que les anunciamos; de lo contrario, creyeron en vano. Porque yo les transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí: Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto yo como ellos predicamos así, y así lo creyeron ustedes.” Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
& Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 1-11
“En el aquel tiempo, la gente se
agolpaba en torno de Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto
al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores
habían desembarcado, estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, que
era la de Simón, le pidió que la apartará un poco de tierra. Desde la barca,
sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Rema mar
adentro, y echen sus redes para la pesca”. Respondió Simón y dijo: “Maestro,
hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu
palabra, echaré las redes”. Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces
tan grande que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los
compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una
mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se
hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: “Señor,
apártate de mí, que soy un hombre pecador”. Y es que el estupor se había
apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían
recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de zebedeo, que eran
compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás
pescador de hombres”. Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo,
lo siguieron”. Palabra del Señor. R. Gloria
a ti, Señor Jesús.
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