NONICIÓN DE ENTRADA:
Hermanos,
buenos noches: Hoy, con el rito de la imposición de la ceniza comenzaremos el
camino hacia la Pascua. A este camino lo llamamos Cuaresma. Cinco semanas de
gozosa penitencia para revisar nuestra vida, dejarnos iluminar por la palabra
de Dios y zambullirnos en la misericordia de Dios.
El color litúrgico es el morado. Color que nos recuerda la austeridad de este tiempo. Por la misma razón no cantaremos el Gloria ni el Aleluya que retornarán solemnemente en la Vigilia pascual.
Nos ponemos de pie. Uniendo nuestros corazones y nuestras voces iniciamos la celebración eucarística, cantando: ……………………..
ACTO PENITENCIAL: (Se omite el acto penitencial por la imposición de ceniza, que se realizará después de la homilía)
LITURGIA DE LA PALABRA
ENTRONIZACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS:
M: Permaneciendo de pie, con actitud humilde nos disponemos para escuchar y acoger en nuestro corazón el mensaje que Dios nos quiere transmitir a través de su Palabra. Acogemos la Palabra de Dios invocando la presencia del Espíritu Santo, cantando: ………………………………………
& Lectura de la profecía de Joel 2, 12-18
M: En la
primera lectura, el profeta Joel nos exhorta vibrantemente al arrepentimiento y
a la conversión mediante la penitencia. Escuchemos.
& Salmo Responsorial: Salmo 50:
M: El salmo 50 es la súplica del
pecador arrepentido. Es la súplica penitencial por excelencia. Participemos
de esta oración, aclamando: Misericordia, Señor: hemos pecado.
& Segunda lectura: de la segunda carta del
apóstol san Pablo a los Corintios 5, 20, 1-2
M: En la
segunda lectura, San Pablo nos
exhorta hoy, de manera muy especial al iniciar la Cuaresma, a que valoremos el
sacrificio de Cristo para expiar nuestros pecados, y nos volvamos a Dios
reconciliándonos con él. Escuchemos.
& Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18
M: Durante la cuaresma, hay tres
prácticas a las que la Iglesia nos llama de manera especial: la oración, el
ayuno y la limosna. Hoy, en el evangelio de San Mateo, Jesús nos da las
indicaciones de cómo debemos realizar estos actos para que sean agradables a
Dios y no una mera búsqueda de nuestra satisfacción personal.
Aclamación del evangelio: El monitor invita a ponerse de pie para acoger la proclamación del Santo Evangelio cantando) “No endurezcan hoy su corazón; escuchen la voz del Señor”.
HOMILIA: (sacerdote)
BENDICIÓN DE LA CENIZA:
M: Hemos
escuchado la Palabra de Dios que nos estimula a la conversión y a transformar
nuestra vida. Hoy, la Iglesia nos invita a practicar este gesto de humilde
reconocimiento de nuestra condición pecadora.
Participemos de este gesto. (El celebrante procede a
bendecir la ceniza)
IMPOSICIÓN DE LA CENIZA:
M: Nos acercamos
ordenadamente a recibir la ceniza. Mientras nos acercamos digamos desde el
fondo de nuestro corazón: “Me rebelé
contra Dios; yo que no soy más que polvo”. Acompañamos cantando:
……………………………………
PLEGARIA UNIVERSAL: A cada intención, respondemos: Dios de misericordia, óyenos.
§ Por la Iglesia; y por cada uno de sus miembros, para que viva en constante estado de purificación y conversión humilde y sincera. Oremos.
§
Por todos los sacerdotes; que en este tiempo de Cuaresma se revistan de
comprensión, de misericordia y de acogida; para poder llegar, con tu perdón en
el Sacramento de Reconciliación, a todos aquellos que te busquen con sincero
corazón. Oremos.
§
Por todos aquellos que se sienten y viven oprimidos por el pecado; y no
conocen de tu infinita misericordia, para que busquen el arrepentimiento y la
reconciliación, encontrando en la Iglesia la acogida y el consuelo para seguir
adelante confiando en tu perdón. Oremos.
§
Por nosotros aquí reunidos en torno al Altar del Señor; para que nuestro
arrepentimiento sea sincero y no busque el reconocimiento de los otros, y así poder
alcanzar tu misericordia. Oremos.
LITURGIA
EUCARÍSTICA
COLECTA:
M: Jesús, nos invita acercarnos al altar para poner en
sus manos nuestra vida y la vida de nuestra familia, así como nuestro aporte
económico voluntario para la vida pastoral de nuestra parroquia; pero, antes
recemos juntos la oración de colecta.
Recibe Señor mi ofrenda,
no es una limosna porque no eres un mendigo, no es un aporte porque no lo
necesitas, no es el resto que me sobra que te ofrezco, este monto representa
Señor, mi reconocimiento, mi amor, pues si lo tengo, es porque tú me lo diste.
Amén.
Acompañamos la colecta cantando: ……………………………………………………
OFRENDAS:
M: Al presentar las ofrendas en el altar, ofrezcámosle al Señor
los propósitos de conversión que hay en nuestro corazón y Él, que ve en lo
secreto, nos recompensará. Acompañamos la presentación y
preparación de ofrendas cantando: ………………….................
SANTO: ……………………………………………………………….
PAZ - CORDERO: ……………………………………………………………
COMUNIÓN:
M: Hermanos: Jesucristo nos ofrece el alimento de su
Cuerpo para recorrer el camino de conversión hacia la celebración de la Pascua.
Acerquémonos a recibir el Pan de Vida. Acompañamos la comunión cantando:
……………………………………..
ACCIÓN DE GRACIAS:
M:
Después de la comunión el coro puede entonar una canción
de acción de gracias o se puede rezar la oración Alma de Cristo.
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
AVISOS COMUNITARIOS: (Se anuncian si los hay)
DESPEDIDA:
M: Hermanos: La Palabra de Dios nos ha instruido. El llamado a
la conversión en el inicio de la Cuaresma debe hacer eco en nosotros a partir
de hoy, y durante estos cuarenta días previos a la Pascua, debemos realizar las
prácticas de ayuno, oración, penitencia y limosna. Es la tarea que nos
llevamos, ahora que regresamos a nuestros hogares y comunidades zonales.
Nos despedimos cantando: ……………………..……………………
& Lectura de la profecía de
Joel 2, 12-18
Ahora –oráculo del Señor-, conviértanse a mí de todo corazón, con ayunos, llantos y lamentos; rasguen sus corazones, no sus vestidos, y conviértanse al Señor su Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del castigo. ¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá, dejando tras de sí la bendición, ofrenda y libación para el Señor, su Dios! Toquen la trompeta en Sión, proclamen un ayuno santo, convoquen a la asamblea, reúnan a la gente, santifiquen a la comunidad, llamen a los ancianos; congreguen a los muchachos y a los niños de pecho; salga el esposo de la alcoba y la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan: “Ten compasión de tu pueblo, Señor; no entregues tu heredad al oprobio ni a las burlas de los pueblos”. ¿Por qué van a decir las gentes: “Dónde está su Dios”? Entonces se encendió el celo de Dios por su tierra y perdonó a su pueblo”. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
& Salmo Responsorial: Sal 50
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
§ Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. / R.
§ Pues
yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti, contra ti
solo pequé, cometí la maldad en tu presencia. / R.
§ Oh,
Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. No
me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. / R.
§ Devuélveme
la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás
los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. / R.
& Lectura de la segunda
carta del apóstol San Pablo a los Corintios 5, 20-6,2
Hermanos: Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él. Y como cooperadores suyos, los exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice: “En el tiempo favorable te escuchó, en el día de la salvación te ayudé”. Pues miren: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
& Lectura del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “Cuiden de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tienen recompensa de su Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. Cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad les digo que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
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